Por: Nelson Peñaherrera Castillo. Perfilar es un verbo usado como jerga policial para detectar las características conductuales de una persona o un grupo de personas, de tal manera que se le pueda clasificar como sospechosa o sospechosas de estar cometiendo un delito, o no. El término semánticamente apropiado sería 'establecer un perfil', algo que compartimos todos y todas quienes estamos en las ciencias de la salud y las sociales, especialmente si nos dedicamos a investigar en profundidad.
¿Un sinónimo fácil de entender? Sí: "sacar línea".
Los y las periodistas perfilamos personas apenas las conocemos para saber cómo podemos entrevistarlas o intuir si están diciendo la verdad o no, o si lo que dicen guarda alguna lógica o no (siempre que tengamos el sentido lógico desarrollado). En psicología se usa para detectar algún problema de personalidad; en salud se emplea para detectar casos de riesgo en ciertos pacientes.
Un o una policía -en realidad un buen o una buena policía-combina lo mejor de la ciencia del 'perfilamiento' para detectar a un delincuente casi al primer golpe de vista. Quienes trabajan con policías o son familiares o amigos de policías notarán que buena parte del tiempo practican el laconismo rico en pronombres interrogativos y tienen una mirada penetrante: están 'perfilando'. Es parte, o debería ser parte, de su entrenamiento básico.
Y no solo perfilan personas. También perfilan lugares, momentos. Lo perfilan todo, de forma casi compulsiva, y, en lo personal, cuando un o una policía que me acaba de conocer me perfila descaradamente -entre gitanos no podemos leernos las manos-, no me incomoda sino que, a priori, me dice que estoy frente a un efectivo que está haciendo su tarea tal como fue entrenado.
Yo respondo de forma natural y tranquila. Digo, una por otra. Yo también hago lo mismo cuando evalúo a una fuente. Y la verdad es que pocas pasan mi evaluación; pero, regresando a mí, no me fastidia en absoluto que me perfilen y sé poner límites cuando quieren indagar por información sensible y no estoy oficialmente bajo investigación.
Quizás se deba a que, en cierto modo, soy paranóico, y la paranoia bien canalizada o sublimada me permite ser muy incisivo a la hora de investigar.
Y aquí viene una para tu libro: el buen perfilador no se asa cuando le dices que no; te deja tranquilo, lo que le da tiempo para idear otra manera de conseguir el dato que le puedes dar. Tú crees que te dejó en paz, pero ya regresará hábilmente, o no, mimetizado a conseguir lo que busca.
Claro que, cuando un o una policía te perfila extraoficialmente, o está fichándote por simple práctica o está matando el tiempo contigo, que casi es lo mismo. ¿Para qué le servirá la información? solo el tiempo lo dirá.
Si un o una policía más que conocer a alguien, en realidad le perfila y le clasifica, podríamos asumir que, de primera mano, le termina catalogando como confiable o de cuidado, y de ese modo saber qué paso dar a continuación. Lo mismo con los espacios y los tiempos.
Entonces, cuando un o una policía te dice que no se dio cuenta de algo o alguien, o es muy incompetente o está mintiendo. Digo, en un oficio -profesión mas bien- en lo que algo suele ser blanco o negro, no hay más opciones por explorar.
Bajo estas premisas, ¿es creíble que policías digan que alguien no estuvo dentro de su comisaría cuando existen evidencias audiovisuales que les contradicen?
Confieso que una vez sí cometí la hazaña de escabullirme en una comisaría para conseguir un dato y nadie me retuvo (fue hace diecisiete años); ¿pero en serio no advirtieron mi incursión o querían ver hasta dónde era capaz de llegar? Por el bien de la institución quiero creer lo segundo.
¿Además sería consistente que se desconociera los antecedentes de ciertas personas, especialmente si había denuncias? ¿O ya no se hace buena Inteligencia, o resulta que ahora tenemos efectivos tan insensibles que les da lo mismo su vida o la vida del resto?
¿Mucho más sería creíble decir que se desconoce el paradero de un sospechoso con antecedentes?
¡Por favor!
Perfilar y mentir no es lo mismo. Ahora, que te digan que no están perfilando cuando tienen todos los síntomas del perfilamiento, es mentira.
Claro que éso es parte del secreto profesional hasta cierto punto, pero policía que no perfila, ppues, no es policía. No uno bueno al menos.
Y dentro del secreto profesional no es lo mismo callar, ser discreto, ser leal y encubrir.
Ante una vida en peligro, vida que tenían que proteger, se calla si y solo si se ignora, se es discreto para que éso permita acceder a más información de la que alguien más público difícilmente accedería, se es leal para no competir sino sumar como cuerpo; pero encubrir se trae abajo todo lo anterior. Encubrir es delictivo; es un uso malsano del silencio, la discreción y la lealtad. Les corrompe, de hecho.
No debería incomodarnos policías que lo perfilen todo, siempre que esa acción -incluso sobre nosotros- nos dé más seguridad; pero policías que perfilan y luego encubren no merecen vestir el uniforme, identificarse con una placa y portar el arma de reglamento. No merecen porque se convierten en cómplices de a quien encubren.
Sé que esta columna me perfila mucho; pero, al menos, yo no voy a la cama con mucho o poco remordimiento, o ninguno -que es peor-, de haber encubierto a alguien. Créanme que no.
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