ERP. Debido a que un sector de la población bota el abate en la creencia de que cambia el sabor del agua y hace daño al organismo humano, las autoridades regionales y de la provincia de Sechura participaron ayer de una demostración pública de que el larvicida (abate) utilizado para eliminar el zancudo transmisor del dengue no hace daño a las personas.
En tal sentido, el gobernador regional, Reynaldo Hilbck Guzmán, y el alcalde de Sechura, Armando Arévalo Zeta, tomaron ambos sendos vasos de agua previamente abatizada. Con ello demostraron a la población, reunida en la Plaza de Armas, que el larvicida lo que hace es matar la larva del zancudo y evita de esa forma que se siga reproduciendo y transmitiendo la enfermedad.
El larvicida (temephos) utilizado en pocas cantidades, en la presentación de bolsita de abate, lo que persigue es cortar el ciclo reproductor del zancudo aedes aegypti, vector del dengue, la chikungunya y el zika.
“El abate mata la larva del zancudo. No deja que pase al estadio de pupa y luego a la fase de zancudo adulto que es cuando ya alza vuelo y empieza a picar a las personas. Es por eso la importancia de que todos en casa dejemos que los inspectores de Salud abaticen los depósitos con agua. Solo así evitaremos que nuestras familias se enfermen de dengue pues ya no habrá zancudo”, señaló Hilbck Guzmán.
En efecto el abate no cambia el color ni el sabor del agua. Se puede consumir sin problemas y más bien es un aliado para la salud de las personas, pues no deja que el zancudo se crie en los depósitos donde la población almacena agua limpia.
De igual forma, personal del centro de salud de Sechura, realizó esta mañana demostraciones de lavado y cepillado de los depósitos con agua y la forma correcta de abatizar los recipientes donde guardamos agua. También se distribuyó material impreso educativo sobre las medidas de prevención del dengue, la chikungunya y el zika.
La bolista de abate dura tres meses y se entregan en forma gratuita en los diferentes establecimientos de salud.