ERP. La insalubridad para muchas personas en algunos sectores puede parecerles algo no tan grave, pero la realidad es otra. Uno de los derechos primordiales de los seres humanos es la salud; sin embargo, si nos ubicamos en los mercados de Talara, es uno de los derechos más descuidados. En ese sentido, el Municipio de Talara, como gestor de políticas de salud pública, debería tener un valor preponderante en la supervisión de esta preocupante realidad.
Y es que la insalubridad en los mercados municipales de Talara salta a la vista, ante la falta de controles sanitarios y la nula aplicación de buenas prácticas de higiene. Es por ello que se hace prioritario que el personal de Fiscalización y Salud del gobierno local a menudo inspeccionen los puestos de comida de los mercados y seguro que van a encontrar serias deficiencias que ponen en riesgo la salud de sus comensales.
De hecho que encontrarán puestos donde se hallarán insectos, carnes y verduras posiblemente algunas en estado de descomposición, utensilios de cocina sucios, basura cerca al área de preparación de alimentos y recipientes en mal estado. Adicionalmente, cocineros y asistentes que no cuentan con carnet de sanidad ni con la indumentaria necesaria para trabajar en un negocio de comidas.
La situación se complica en los centros de abastos debido a la carencia de agua potable, indispensable para la comercialización; lo que implica una optimización de las funciones del personal municipal a fin de que se logre una mejor calidad de higiene y salubridad, tanto en los vendedores como en los productos.
Consultado el conocido médico Luis More Ayala, lamentó que a los comerciantes y consumidores poco les importe la salubridad, que vendan e ingieran alimentos en condiciones no aptas para el consumo humano, lo cual no deja de ser un grave atentado contra la salud pública.
“Todos los días de nuestra existencia como seres humanos debemos ser amigos de la higiene y enemigos de la insalubridad y partiendo de este enunciado, exigir a las autoridades que nos administran como comunidad civilizada y organizada que asuman su responsabilidad en este sentido y que cumplan con el rol de capacitar y concienciar a los comerciantes para hacer que apliquen lo aprendido cumpliendo y respetando ordenanzas municipales establecidas”, concluye.
Finalmente, dijo que el personal del Municipio debe notificar preventivamente a estos “malos” comerciantes por vender comidas preparadas sin respetar las normas sanitarias; y de no subsanar las deficiencias encontradas, se tiene que proceder aplicando medidas más drásticas.