Psicólogo Minsa Talara: Castigo físico no corrige a los hijos

Talara
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

Pariñas/Talara (ERP). Conversa. Lo ideal es corregir a los hijos sin dejarles traumas. Desarrollar un fuerte vínculo afectivo entre padres e hijos garantiza en el futuro que los castigos sean eficaces, sin necesidad de violencia, y que no se tenga que recurrir a drásticas medidas.

En ese sentido, el psicólogo del Minsa Talara. Víctor Bossio Rodríguez, indica que los efectos de esa corrección a determinadas conductas negativas vuelven algo normal los actos de violencia, produciendo un círculo vicioso que no se rompe fácilmente y deja traumas en los hijos.

Lamentó que aún en estos tiempos mucha gente piense que la violencia sirve, porque hace que el niño respete y obedezca cuando tiene miedo. "En ocasiones, cuando se equivoca y tiene un error, entra en pánico, piensa que la violencia está bien y entonces esta se naturaliza”, señaló.

Según el especialista en Salud Mental, la clave para corregir con eficacia a los hijos consiste en desarrollar un fuerte vínculo afectivo con ellos. El lazo afectivo genera un código que el niño o la niña interpreta así: "Mi papá me quiere, me dedica tiempo, se interesa por mí y no lo quiero traicionar”. Esta sería la clave para corregir con eficacia a sus hijos, sin violentarlos física ni emocionalmente.

Por ello, Bossio Rodríguez, dijo que el único modo de desarrollar un vínculo es dedicándoles tiempo a los hijos, ellos notarán inconscientemente el interés que sus padres muestran por ellos.

Agregó que una forma de enseñarles a los menores a ser disciplinados es desarrollando la preocupación por cumplir con los quehaceres del hogar. "Cuando el padre disciplina a su hijo debe hacerlo con inteligencia y no dejar que su enojo le haga decir palabras hirientes al niño, que afecten su autoestima y traigan como consecuencia sentimientos de inferioridad cuando se convierten en adultos".

El psicólogo explicó que el castigo físico es el uso de la fuerza causando dolor, pero no heridas, con el propósito de corregir una conducta no deseable en el niño. Sin embargo, dijo que de lo que se trata es de educar, no pegar. “El pegar no enseña, no educa, solo representa amenaza y sumisión a los niños. El castigo físico enseña al niño a tener miedo y a ser sumiso a tal punto de disminuir su capacidad para crecer como persona autónoma y responsable”, acotó.

Finalmente, al ser consultado por los motivos por los que los padres les pegan a sus hijos, mencionó que hay muchos motivos, pero resaltó: porque equivocadamente creen que es oportuno para la educación de sus hijos, lo utilizan para descargar sus nervios, carecen de recursos suficientes para afrontar una situación difícil, no poseen las habilidades necesarias para conseguir lo que quieren, entre otros. “La erradicación del castigo físico a los hijos, es una obligación ética”, sentenció el psicólogo del Minsa Talara.

 

Publicidad Aral1

Paypal1