ERP. A partir del 2020, el asentamiento humano de Tacalá, es la zona focalizada del distrito de Castilla en la que el Ministerio Público, Distrito Fiscal de Piura, iniciará una intervención integral con adolescentes y sus familias -como beneficiarios- a través del Programa de Prevención Estratégica del Delito (PPED), para la reducción de los factores de riesgo en violencia, consumo de drogas ilícitas y delincuencia común.
Así lo dio a conocer el titular de la Primera Fiscalía Provincial Especializada de Prevención del Delito, fiscal provincial Armando Ortiz Zapata, durante la clausura de la intervención del PPED en el asentamiento Nueva Esperanza, en el distrito de Veintiséis de Octubre, tras dos años de aplicación de dicho Programa con escolares, jóvenes, padres, en coordinación con la comunidad educativa y la municipalidad de dicha jurisdicción.
En Castilla se implementarán las mismas líneas de acción que han permitido obtener cambios significativos en la población adolescente beneficiaria del programa en el distrito Veintiséis de Octubre esto es, "Fiscales Escolares", "Jóvenes Líderes" y "Padres construyendo hijos de éxito", detalló Ortiz.
"Estamos ya coordinando alianzas en el distrito de Castilla, hemos dialogado con el alcalde, y se ha previsto iniciar el trabajo en la Institución Educativa José Carlos Mariátegui. La propuesta es articular esfuerzos para alcanzar objetivos específicos, que en este caso será reducir la inseguridad ciudadana en la zona focalizada", explicó el fiscal provincial.
Estrategia integral
Durante su permanencia en Veintiséis de Octubre con esta estrategia integral, el PPED ha trabajado en Nueva Esperanza como punto central, pero también en zonas circundantes como Villa Perú Canadá, Kurt Beer, Aledaños Kurt Beer y Rosa de Guadalupe.
La línea de acción "Fiscales Escolares", incorporó a doscientos escolares de tres colegios de la zona focalizada: José Olaya Balandra, Micaela Bastidas y San Juan Bautista y de la institución educativa Magdalena Seminario de Llirod en el distrito de Piura.
La línea de acción "Jóvenes Líderes" permitió interactuar con cuarenta adolescentes, orientándolos a generar factores de protección a partir del uso estructurado de tiempos de ocio, que los permite alejarse de factores de riesgo, esencialmente, comunitarios.
A dichas líneas de acción se sumaron las actividades ejecutadas con las familias de estos beneficiarios, que conforman la tercera línea de acción "Padres construyendo hijos de éxito".
Este abordaje integral de las líneas de acción apunta a quebrar la cadena delictiva desde sus orígenes, afrontando los factores que inciden tanto en la violencia comunitaria -tal vez la más evidente, como en la violencia familiar, que no por ser más silenciosa es menos dañina para la sociedad.