03
Vie, May

Arzobispo de Piura y Tumbes en contra de la aplicación de la pena de muerte para violadores

Piura
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

ERP. Monseñor José Antonio Eguren Anselmi, se pronunció respecto a la propuesta de implementar la pena de muerte para violadores y que ha llevado a posiciones encontradas respecto a la medida. Conforme hemos detallado en este medio, Perú es signatario de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y por lo tanto, si existiera la decisión, el procedimiento seguiría diversas etapas que demorarían en su aplicación.

Para el Obispo de Piura el tema de restaurar la pena de muerte en nuestro país, ha sido nuevamente noticia entre nosotros. Justifica que ante la proximidad de la Visita Apostólica del Papa Francisco al Perú, es bueno recordar que el actual Pontífice considera que “hoy en día la pena de muerte es inadmisible”. Por tanto ella no es la solución a ningún crimen por abominable que este sea.

Monsenor antonio eguren1

 Monseñor José Antonio Eguren, en contra de la pena de muerte

Luego de ello, analiza la posición de la Iglesia Católica respecto a quitar a la vida a un violador conforme se propone indicando entre otros aspectos que “Hoy en día la pena de muerte es inadmisible, por más grave que haya sido el delito del condenado. Es una ofensa a la inviolabilidad de la vida y a la dignidad de la persona humana que contradice el designio de Dios sobre el hombre y la sociedad y su justicia misericordiosa, e impide cumplir con cualquier finalidad justa de las penas. No hace justicia a las víctimas, sino que fomenta la venganza”.

Asimismo agrega que “Para un Estado de derecho, la pena de muerte representa un fracaso, porque lo obliga a matar en nombre de la justicia. Nunca se alcanzará la justicia dando muerte a un ser humano”.

Indica que la “La pena de muerte pierde toda legitimidad en razón de la defectiva selectividad del sistema penal y frente a la posibilidad del error judicial. La justicia humana es imperfecta, y no reconocer su falibilidad puede convertirla en fuente de injusticias”.

Monseñor Eguren precisa que “Con la aplicación de la pena capital, se le niega al condenado la posibilidad de la reparación o enmienda del daño causado; la posibilidad de la confesión, por la que el hombre expresa su conversión interior; y de la contrición, pórtico del arrepentimiento y de la expiación, para llegar al encuentro con el amor misericordioso y sanador de Dios”.

Considera que para la prevención es fundamental fortalecer a la familia basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer. “La familia es la escuela del más profundo humanismo, es el lugar donde se forman los futuros ciudadanos y los creyentes, y ámbito donde se transmiten los valores. Está comprobado que familias fuertes hacen sociedades fuertes. La ausencia de familia, su debilitamiento y desestructuración, es en gran parte la causa de la delincuencia y de los crímenes más execrables como la violación. Se hace urgente que el Estado defienda y promueva a la familia y lo haga con buenas políticas públicas. Para la prevención también se requiere una buena acción educativa la cual debe realizarse conforme a la verdad de la persona humana. Familia y Escuela fuertes son la mejor garantía para prevenir delitos y crímenes”.

La posición de monseñor Eguren es coincidente con otros juristas, quienes consideran que la pena de muerte no resuelve el problema y además, toman en consideración la precariedad del sistema judicial peruano, uno de los peores en credibilidad, idoneidad, eficiencia y justicia.

 

Publicidad Aral1

Paypal1