ERP. Especialistas del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI) visitaron y conocieron el trabajo desarrollado por un grupo de biólogos, quienes a través del método científico de anillamiento de aves promueven conocimientos, investigación, ciencia ciudadana y educación ambiental.
Si bien esta actividad se concentró en el Área de Conservación Privada (ACP) “Bosque Seco de Amotape” localizado en el departamento de Tumbes, el SERFOR con el apoyo de los biólogos buscarán replicar la experiencia en Piura.
Max Guerra Tume, especialista en fauna silvestre del SERFOR Piura, reconoció la importancia de esta herramienta que se sustenta en la captura, anillamiento y liberación de aves en sectores y tiempo determinados, con la finalidad de producir información científica que contribuya a la mejora de toma de decisiones para la conservación de los bosques.
El especialista precisó que las aves al alimentarse de frutas y semillas cumplen el rol de dispersión y polinización, para la regeneración de los bosques y producción agrícola. Además, su presencia representa un potencial importante para el desarrollo de actividades turísticas como la observación de aves (aviturismo) en su hábitat natural.
Lucero Horna, representante de la Asociación Bosque Seco de Amotape, explicó que se instalan en una especie de estación en el medio del bosque y establecen una base científica para realizar el anillamiento de aves y estudiarlas.
Para el anillamiento se colocan redes de neblina que sirven para capturar a las aves de forma temporal. Este sistema especial no las daña. Luego, –las aves- se extraen de las redes para colocarles un anillo metálico en una de sus patas, y se procede a la recolección de información como el estado de plumaje, sexo, peso y medidas, aseveró la experta.
El anillo permitirá reconocer y actualizar la información en caso el ave sea recapturada. Finalmente, las aves son liberadas. En el norte del país las aves más representativas son la zoña o chisco, chirito gris, putilla, chilalo, espiguero pico de loro y chorlo, entre otros.
Conocer para conservar
La información que se recoge a través de esta actividad científica contribuye a la conservación del ecosistema.
“El hecho de tener a las aves tan cerca nos permite tener un conocimiento más preciso, y sobre todo mostrar a las personas que tan frágiles son, conocer más de ellas, como el lugar en el que viven y la importancia que tienen para el equilibrio del ambiente”; destacó Lucero Horna.
Asimismo, subrayó que la experiencia es cercana, didáctica y crea una conexión amigable con las aves y construye respeto por el medio ambiente en general.