ERP. El director ejecutivo del Organismo Técnico de la Administración de los Servicios de Saneamiento (OTASS), Edmer Trujillo, afirmó que en el país existen muchos ejemplos de plantas de tratamiento de última tecnología, terminadas e inauguradas, pero que nunca se pusieron en marcha.
"Debemos implementar tecnología que los operadores puedan operar y mantener. No podemos hablar de una Reforma del Agua si no fortalecemos a las empresas de saneamiento y si no promovemos inversiones eficientes y sostenibles", enfatizó, durante su presentación en Expo Agua 2017.
El titular del OTASS agregó que, entre los años 2009 y 2016, la inversión pública en saneamiento fue de más de S/ 29 mil millones, pero las brechas de acceso no se redujeron como se esperaba.
De otro lado, Trujillo explicó que la Reforma del Agua también se basa en la simplificación de los procesos y una normativa que impacte en inversión, financiamiento y gestión.
"Las leyes no resuelven los problemas, pero sí ayudan a hacerlo. Por eso, como sector, seguimos trabajando en otros proyectos legislativos que nos permitan llevar adelante esta reforma y cumplir con las metas del gobierno en saneamiento", señaló.
"Además, estamos trabajando para que los servicios que brindan las empresas mejoren radicalmente", acotó.
Entre los cambios normativos citó el Decreto Legislativo N° 1280, Ley Marco de la Gestión y Prestación de los Servicios de Saneamiento, con la cual se reordenaron las funciones del OTASS y entre las que está fortalecer las competencias de los prestadores mediante asistencia técnica y apoyo financiero.
Recordó que el actual gobierno tiene la meta de llevar el servicio de agua potable al 100% de los hogares del ámbito urbano al 2021 y de cumplir con lo mismo en el ámbito rural al 2030.
Antes, el ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS), Carlos Bruce, realizó una exposición sobre los principales retos de su sector durante la inauguración de Expo Agua.
En ella destacó la necesidad de la participación privada en proyectos de tratamiento de aguas residuales, a fin de replicar experiencias como la de Lima Metropolitana.
"En el 2006, Lima apenas trataba el 17% de sus aguas residuales. Actualmente se trata el 90% sin que el Estado haya invertido ni un sol, gracias a las asociaciones público-privadas", anotó.