ERP. Frida Santiago, la niña al que se intenta rescatar de lo que quedó del colegio Enrique Rébsamen, es una superviviente a quien encontraron entre los escombros porque pudo mantenerse en contacto con su madre a través de Whatsapp.
Los cuerpos de rescate esperan encontrar alguna persona más con vida entre el derrumbe.
Para saber si hay supervivientes, los rescatistas piden a gritos que estas personas hagan un golpeteo o cualquier señal para saber dónde están. En el mejor de los casos, los afectados pueden responder verbalmente, lo que también ayuda a mantenerlos conscientes.
La lentitud actual de los avances se explica porque los pisos de la estructura se compactaron, y los posibles sobrevivientes están en ese lugar, en el que el acceso es "muy difícil", explica a Efe un rescatista de la Marina, uno de los cuerpos que participan en la actividad.
El rescatista subraya el riesgo que esta labor entraña. Si se siente una réplica del terremoto, o si hay algo que no se apuntale bien, que se deslice", incluso los brigadistas pueden quedar atrapados.