ERP. ¿Qué puede hacer la agroindustria para ser un actor activo en este desafío? Uno de los principales pasos es obtener la certificación de carbono neutral, experiencia que la empresa Copefrut acaba de vivenciar para comprometerse con el futuro de la industria y el planeta.
(Chile) El cambio climático es un problema complejo que tiene al mundo entero buscando soluciones y, a nivel local, a consumidores e intermediarios optando por productos de industrias que transparenten, verifiquen y proporcionen confianza acerca de los procesos de elaboración, producción y distribución.
Y es que ya no es lo mismo comprar cosméticos testeados en animales o consumir productos que en su operación emitan demasiado CO2. Las cifras son claras: para frenar la crisis climática es necesario alcanzar la neutralidad de carbono para el 2050.
¿Qué puede hacer la agroindustria para ser un actor activo en este desafío? Uno de los principales pasos es comprometerse a medir, reducir y compensar la huella de carbono. Según Natural Capital Partners, certificación de carbono neutralidad reconocida a nivel internacional: “Es una manera clara y transparente de demostrar que una compañía cumple con los más altos estándares de calidad y de sostenibilidad”, declaran.
En ese sentido, una de las pioneras en innovar y enfrentar el cambio de paradigma en la industria frutícola, es la empresa chilena Copefrut, con más de 65 años en el mercado de la producción y exportación de fruta fresca tradicional y orgánica. “Hemos sido líderes modernizando el estilo de trabajo para estar en línea con el compromiso con la agricultura, las comunidades y el medioambiente. Ahora queremos transmitir nuestro trabajo en sustentabilidad como valor clave de nuestra empresa, obteniendo éste y otros certificados esenciales, que impulsen al sector y ayudando a crear un impacto positivo más allá del negocio”, explica Felipe Casanova, Gerente Comercial de Copefrut.
Fue así como la compañía decidió realizar una medición de la huella de carbono en parte de la cadena productiva de manzanas orgánicas, acción que les permitió evaluar la emisión del CO2 del delivery a Estados Unidos y Europa de esta fruta durante doce meses.
La carga completa de más de 175 millones de celulares, el uso diario de casi 300 vehículos en un año o el uso energético anual de 160 hogares, es a lo que equivalen las 1.378 toneladas de CO2 que se evidenció en el transporte de las manzanas.
¿Cómo lo hizo para compensarlo una vez estimado? A través de tres importantes proyectos: la conservación de la Reserva Costera Valdiviana en Chile, una de las selvas templadas más grandes que quedan en la tierra; la conservación de la Selva Amazónica en Brasil; y participación de un Parque Eólico en India.
Estas relevantes iniciativas son parte de una estrategia integral de sostenibilidad que la compañía viene desarrollando hace un tiempo, donde además se encuentran acciones de eficiencia energética, recuperación de aguas y la creación del Índice de Reciclabilidad de los Materiales.
“La certificación por la medición y compensación de emisiones, es solo el comienzo de un camino que la compañía ha decidido tomar con su espíritu original de cooperativa y en su rol de líder en el rubro. Tenemos puesta la mirada en el futuro de la agroindustria, en el inminente deterioro exponencial del planeta si no nos comprometemos como empresas”, concluye Felipe Casanova, Gerente Comercial de Copefrut.
Lo cual va en la línea de lo planteado por António Guterres, Secretario General de la ONU, quien advirtió que “el año pasado ya se registraron 1,2 grados centígrados más que en la época preindustrial, lo que se acerca peligrosamente al límite de 1,5 grados establecido por la comunidad científica. Con los compromisos actuales, nos dirigimos a un desastroso aumento de la temperatura de 2,4 grados para finales de siglo”.
Ante ese escenario, el llamado es a que todas las industrias actúen ya. Tu empresa, ¿qué está haciendo? El costo de solucionar hoy el cambio climático es cientos de veces menor que el costo futuro de adaptación. Copefrut ya comenzó.