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Dom, Dic

Boda de hija de excandidato presidencial Alfredo Barnechea es calificada como racista

Sociales
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ERP. La boda de la hija de Alfredo Barnechea con un aristócrata español ha llamado seriamente la atención, por resaltar momentos históricos de esclavitud y de una época que afectó seriamente a Perú por las barbaries que significó la colona. Sin mensurar el significante, Belén Barnechea y Martín Cabello de los Cobos, paseaban orondos en tanto se recreaban trabajos forzados.

Alfredo Barnechea, un personaje con ciertas cualidades políticas, pasó a la imaginaria de los peruanos y peruanas, no tanto por haber sido yerno del exdiplomático Javier Pérez de Cuellar, o ser amigo cercano del expresidente Alan García Pérez, la máxima recordación no se debe a su amplitud de conocimiento, sino se centra en el rechazo a consumir un chicharrón en plena campaña presidencial.

El diario El País, uno de los principales de España analiza el acontecimiento matrimonial y puntualiza del cómo se ambientó una época de la colonia que simulaba trabajos forzados. Indica en su informe que este tipo de hechos “(…)han generado un rechazo masivo en los medios sociales hacia el matrimonio de Belén Barnechea (…) y el aristócrata español Martín Cabello de los Cobos realizado en la ciudad de Trujillo, a unos 550 kilómetros al norte de la capital”.

Y debería generar rechazo con el solo conocimiento de la historia. La época de la colonia no tiene buenas lecciones en Perú, al contrario, significa esclavitud, una vida sin derechos humanos, dependencia absoluta del mestizo y de los negros para la producción de las grandes haciendas que se mantuvieron incluso hasta finales del segundo gobierno de Fernando Belaúnde Terry.

De acuerdo al diario El País, tras la aparición de vídeos se pudo observar primero “(…) la pareja de esposos y los invitados caminaban por una vía peatonal del centro de Trujillo como parte de un pasacalle con música y fuegos artificiales: mientras la novia se desplazaba con la ayuda de niños que sostenían la cola del vestido, jóvenes de largas trenzas y con prendas simples ―como si fueran cocineras indígenas del tiempo del virreinato― aparentaban manipular utensilios de barro y canastas. “

Aunque las expresiones de las o los asistentes fue ¡Qué lindo!, no era para el recuerdo de un país, que fue indolentemente afectado por el trato inhumano de colonizadores. Además, afrenta todos los momentos emancipadores que se realizaron para acabar con la colonia y por ende con la esclavitud, servilismo y trabajos forzados.

Tomando como referencia el mismo diario describe de los vídeos que se conocieron que “(…) otro grupo del pasacalle eran varones con el pecho descubierto y una especie de faldón y taparrabo, que caminaban amarrados entre sí, arriados por una especie de autoridad del Perú antiguo. En otro de los momentos de la boda, en una casona de arquitectura colonial ―de las varias que existen en Trujillo―, mientras la pareja de recién casados y los invitados disfrutan, en los balcones del patio central unos jóvenes disfrazados de esclavos amarrados a los barandales simulan otros trabajos forzados”.

Hasta el momento, el ministerio de Cultura no ha reaccionado ante la afrenta, tampoco la tan cuestionada Defensoría del Pueblo centrada en pedir la renuncia a Pedro Castillo, cuando no le corresponde, solo un grupo de activistas de igualdad de género y antidiscriminación, Paro Colectiva, emitieron un pronunciamiento que sintetiza lo realizado en un boda, que confunde lo que son expresiones culturales, con un hecho real de ludibrio contra peruanos y peruanas.

“El genocidio, la esclavitud y la anulación de nuestras culturas no pueden ser usados de manera tan indolente y sobre todo racista, pretendiendo encubrirlas bajo expresiones culturales. El yugo colonial ha terminado hace mucho tiempo, pero el fascismo, el racismo, el clasismo y todas las formas de opresión siguen latentes hasta en los actos más simples y cotidianos” se pronunciaron el grupo de Paro Colectiva.

Es probable que el conocido “Virrey” Alfredo Barnechea no tenga ninguna opción política, por lo menos se esperaba de él, un pleno respeto a la historia de peruanos y peruanas, para evitar soliviantar un pasado de discriminación, trato inhumano y esclavitud que caracterizó la colonia.

Diario El Regional de Piura
 

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