ERP. En la comunidad virtual en que nos desenvolvemos por la pandemia se ha incrementado el uso de las redes sociales por parte de los niños y adolescentes, siendo crucial que los padres de familia vigilen el acceso que puedan tener sus hijos de información inadecuada que puede ser perjudicial para ellos.
Esa fue una de las principales conclusiones del Taller “Adolescencia y Redes Sociales” organizada por la Comisión Distrital de Acceso a la Justicia de personas en condición de vulnerabilidad y Justicia en tu Comunidad”, que preside la jueza superior María Elvira del Rosario Alvarado Reyes.
En la actividad dirigida a estudiantes de 4to año de secundaria de la I.E. “Idelfonso Coloma” del distrito de Marcavelica, la jueza del 2do juzgado de Familia, destacó las implicancias legales que muchas veces se ven expuestos los adolescentes cuando exponen sus fotografías e información personal en el Facebook o Instagram, en mayor incidencia.
Explicó que el artículo 27° y 28° de la Ley 29733 de Protección de los Datos Personales señala que son los padres o los que ejerzan la patria potestad los que deben autorizar el uso o imágenes de datos personales del menor, e incluso puede haber un consentimiento excepcional de adolescentes mayores de 14 y menores de 18 años; por encima de ello debe primar el interés superior del niño y el adolescente.
La psicóloga Kimberly Olivos de los juzgados de Familia de Sullana consideró que si bien el uso de las redes sociales para los adolescentes ofrece nueva oportunidad en el ámbito de la comunicación, las relaciones sociales y la educación (clases o aulas virtuales); tienes sus riesgos que se deben identificar.
Uno de ellos es el acceso a la información inadecuada que con demasiada frecuencia suele estar distorsionada y ser perjudicial para el adolescente (violencia, pornografía, trastornos de alimentación, información sobre suicidio).
Hay también comunicaciones inapropiadas con un tipo y tono en los mensajes en los que prevalece el acoso, como forma de resolución de conflictos con el otro (coacción, ciberbullying, sexting); o valores distorsionados que proyectan un perfil social falso o irreal, que siguen los adolescentes y que muchas veces tiene como finalidad una índole sexual.
Frente a ello es crucial la vigilancia de los padres de familia y estar atento a lo que sus hijos quieran decirles; detectando si son adictos a los videojuegos o al celular, los cuales deben ser regulados sin que haya una ruptura con los otros espacios de la familia, estudio, trabajo y relaciones sociales.
Los adolescentes deben también no deben compartir datos personale, ni contraseñas, no aceptar invitaciones de desconocidos, tampoco publicar información comprometida y controlar la lista de contacto, antes de agregar a alguien deben tomarse su tiempo, para asegurarte de su confianza.