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Mié, Nov

Fundador de ex cines Excelsior y Grau de Sullana, falleció a los 93 años de edad

Sullana
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ERP. Fue uno de los pioneros de la exposición y proyección de películas en Sullana. Su longeva vida y quizá añorando la época de oro del cine Excelsior y Grau de esta localidad, ahora totalmente desaparecidos, falleció víctima de una enfermedad respiratoria a los 93 años de vida don Teófilo Curay Sobrino, uno de los fundadores de los cines de esta provincia ubicados en la calle Enrique Palacios y en la avenida Grau.

Un amante del cine, don Teófilo Curay ingresó a trabajar desde sus 15 años de edad, experiencia que lo llevó a crear las salas de cine en la década de los 50 y 60. Durante 30 años, fue su ocupación, su arte y su profesión y se convirtió en un constante difusor de las producciones del cine mexicano y después del americano. Su historia del ingreso a este singular y apasionante trabajo, tiene algo de emoción.

maestros del cine

Su ingreso fue circunstancial y se dio porque uno de los responsables de proyectar las películas faltó a su centro de labores por encontrarse en estado etílico. Esto le permitió que don Teófilo, aún un jovenzuelo ingresara como trabajador para mantenerse por muchos años.

Hace un buen tiempo recibió el homenaje de un diario de alcance nacional (El Trome), donde se rescataba los valores del fallecido, quien además, fue presidente del emblemático club Jorge Chávez de Sullana, el cual se encontraba cercano a una de las salas de exhibición.

Sus hijos, Arturo y Branly Curay, se sienten orgullosos de la misión que cumplió su padre en favor del entretenimiento en Sullana. Ellos tienen palabras de poca satisfacción para las autoridades de esta provincia, considerando que no saben valorar los aportes buenos que realizan las personas en su comunidad.

Don Teófilo falleció solo recibiendo el aprecio, el cariño, y el amor de sus familiares y de los amigos más cercanos, entre ellos, quienes trabajaron con él. Aún con el olvido oficial, sus familiares Javier Masías y Juan Gonzales lo recuerdan como una persona entretenida, hilarante, que le gustaba caminar, contar anécdotas y sobre todo añorar en los últimos años las antiguas sala de cine, donde concurrían muchas familias en busca de entretenimiento y de pasar un fin de semana diverso. Sus restos están siendo velados en su vivienda de la calle Leoncio Prado 170 y serán sepultados hoy a las 3 y 30 de la tarde en el cementerio San José.

 

 

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