ERP. Ambientalista de vocación, amante de la flora y fauna permanente, ingeniero agrónomo de profesión, Sergio Arturo Zegarra Pezo, es un personaje que se ha dedicado a promover el turismo en la región Piura, pero sobre todo, en las provincias de Sullana y Paita, estructurando diversos circuitos que son una opción para niños, jóvenes y adultos, para que conozcan su propio territorio y sobre todo, valoren lo suyo.
Sergio Zegarra, fue entrevistado por el Programa “Conversando” del Diario El Regional de Piura y fue una oportunidad propicia, para destacar los lugares turísticos por excelencia como Cusco, Cajamarca, Chachapoyas, Kuelap y otros, y sobre todo, expresar su gran sueño de recorrer el trayecto del río Chira, con aguas totalmente descontaminadas. Es un sueño, pero quiere tenerlo.
Hace muchos años y cuando aún era estudiante universitario, tuvo la iniciativa de navegar el río Chira desde la parte alta, hasta encontrarse con el Océano Pacífico en Colán. Nos narra ese episodio y otro que realizaron 4 amigos y que les permitió vivir momentos placenteros, admirar la flora, los remansos y también pescar durante su trayecto, durmiendo donde les llegaba la noche.
En momentos de gran dinamismo citadino, este tipo de iniciativas es difícil que se organicen expediciones de esta naturaleza, pero, es una gran oportunidad para encontrarse con la naturaleza, avanzar entre algarrobales y otro tipo de plantaciones, y sentir la frescura de un agua que por ahora se encuentra contaminada por el hombre, pero que mantiene la esperanza que deje de estarlo.
Ha pasado el tiempo, y el río Chira que proviene desde el Ecuador, tiene dos presas importantes, una la de Poechos en la zona de Lancones y la otra la “Sullana” en la ribera de la propia ciudad. El margen derecho e izquierdo, ha asumido mayor volumen de agua, por el represamiento de las mismas, pero no deja de ser un río apasionante para el turismo.
Y habla con la propiedad de quien conoce el territorio y puede dar fe de la flora y fauna, además de singulares lugares “encantados” de Lancones, donde en época normal, las quebradas secas y otras con pequeño caudal se convierten en un remanso de vida; pero cuando llueve, son extensos ríos que se desplazan hacia el Chira a través de sus diversas quebradas.
Menciona a Lancones, por el prodigio de su territorio, por lo extenso que es y por la singularidad de sus hombres y mujeres que viven dispersos pero comunicados por el ruido de la montaña de los Amotapes, esta población mantiene su arraigo, porque es el lugar donde nacieron, varias generaciones salieron, pero otras se resisten a dejar el lugar que los amamantó.
Describe con mucha emoción, no solo las potencialidades turísticas del río Chira que comprende las provincias de Sullana y Paita; pero igualmente “La ruta del Chira” que comprende un recorrido por diversos íconos del valle del mismo nombre y que comienza desde Sullana, para luego irse desplazando hacia el oeste, visitando poblados antiguos y nuevos que han reconfigurado el denominado “Valle del Chira”. Debido a su conocimiento de la flora y fauna, además de la geografía, es un día de paseo, pero igualmente es un recrearse con información histórica del antiguo ferrocarril que unía Paita, Sullana y Piura, las haciendas que ahora se han reemplazado por extensos cañaverales, los miradores naturales que permiten observar las poblaciones y el discurrir del río.
Después de recorrer la margen izquierda, visitar algunos lugares como Jíbito, la Casa Hacienda Sojo, además, de La Huaca y Museo de la Hueca, pasa hacia la margen derecha donde transmite cultura, por Vichayal y Amotape, zonas de paso, cuando las carreteras solo eran caminos carrozables, pero que permitía al viajero, descansar en un largo camino de sur a norte o viceversa.
Terminan en la Bocana de Colán, donde unos manglares se extienden, cobijando en su seno, recursos marinos y otros que se multiplican y concentran. Se refrescan en el lugar, antes de iniciar el retorno. Sin duda, una gran alternativa, para turistas nacionales y extranjeros que quieren dejar la vida citadina, por una expedición por el valle y los aspectos culturales de antaño y recientes.
No es la única ruta, tiene otra tanta donde mezcla igualmente la belleza del territorio, elementos que se destacan en él y como lo expresa con mucha solvencia, transmitir cultura. Un proyecto que debe apoyarse, primero por el personaje que en su espíritu aventurero recorre y recorrió el Chira, conociéndolo en su manifestación diaria y segundo, por esa necesidad de promover turismo en una localidad que no solo es belleza natural, sino que se distingue por su pasado y presente.
“En turismo, el norte tiene cosas fabulosas” indica en algún momento del diálogo, recordando que Piura, es turismo de playa y sol, es esoterismo en Ayabaca y Huancabamba, pero igualmente es diversidad geográfica, bosque seco en el llano y otros tipos de bosques más allá de la costa. En estos lugares, siempre existirán remansos para encontrarse con la naturaleza.