ERP. El uso de denominaciones similares, no es nada bueno. Tienden a la confusión y desinformación como sucede con el de “Gobernador”, el mismo que es usado indistintamente para referirse al funcionario que tiene a su cargo un Gobierno Regional o al funcionario que representa al Poder Ejecutivo en una jurisdicción territorial.
Demostrando la ligereza en la aprobación de leyes, los legisladores cambiaron la denominación de presidente regional por el de Gobernador; sin embargo, se olvidaron de dejar sin efecto, la norma que llama con el mismo nombre a los gobernadores designados por el Ministerio del Interior.
Este 25 de junio, una noticia en un medio nacional, expresa que el Gobernador de Cajamarca renunció. Muchos quizá creyeron que el renunciante sería Gregorio Santos o su reemplazante temporal. Pero no, se referían al funcionario designado en esta región para que cumpla las funciones de representación del Presidente de la República en esa región.
Igualmente, en un certamen a realizarse en la ciudad de Piura, la invitación indica que participará la Gobernadora Regional de Piura. El género femenino de la palabra, es lo único que impide llevar a la confusión total de la alusión; considerando que en esta región el funcionario elegido como Gobernador es hombre.
Si el Congreso de la República decidió que los presidentes regionales dejen de llamarse así y sustituir la denominación por el de gobernador regional; es justificable que se busque una acepción diferente a los gobernadores que son designados por la Oficina Nacional de Gobierno Interior- ONAGI.
Las confusiones no son buenas cuando se requiere identificar plenamente a una autoridad. El Gobernador Regional que preside el Gobierno Regional, es elegido por voto directo, universal y secreto; el otro Gobernador es designado, es decir, llega a un cargo, por la confianza de aquel que lo designa.
Por lo demás, al margen de las denominaciones, lo cierto que la función de Gobernador designado ya no tiene sentido en un Estado descentralizado como el nuestro. Las funciones que cumplen deben ser ejercitadas o por las regiones o por las municipalidades.
En tanto hayan nuevos debates y propuestas, al menos se debe garantizar la eliminación de la frase que tiende a confundir a la ciudadana; es decir al no diferenciar si hablan del Gobernador Regional elegido, o del Gobernador Regional designado.