ERP. Muchos tuvieron esperanzas que Piura mejoraría con el presidente Javier Atkins. No fue posible, por la concepción equivocada de hacer las cosas; hoy, nuevamente los piuranos centran sus expectativas en un nuevo presidente regional y se espera que se ejecuten proyectos importantes en beneficio de todos los piuranos. Reynaldo Hilbck Guzmán, tendrá la oportunidad de demostrar que está capacitado para ejercer una buena labor.
Un primer aspecto y fundamental, es apostar por las capacidades y competencias de los piuranos para un uso adecuado de sus potencialidades. Seguimos rezagados en lo económico y pese a los importantes proyectos privados que se consolidan en Piura; su población aún no encuentra horizontes más rentables. Instituciones educativas y universidades, pueden ser convocadas en función a intereses comunes. El liderazgo debe estar en el presidente regional y marcará un cambio en relación a lo precedente.
Lo que se tiene, es una buena base. Los proyectos de Bayóvar han traído beneficios importantes; la concesión del Puerto de Paita ha permitido mejorar el equipamiento y ampliación de la infraestructura del principal puerto de embarque y desembarque del norte. Pronto, se sumará al aeropuerto de Piura el de Talara y eso mejorará la conectividad. La doble vía entre Sullana y Piura, articula dos ciudades importantes y productoras. Son ventajas que deben insertarse en una estrategia promocional y de competitividad del territorio.
Sin embargo, como se trata de mirar inversiones en relación a los recursos financieros existentes, varias inversiones se justifican. Actualmente, aunque se ha ejecutado mal, se está culminando la construcción del Hospital de Paita; es un proyecto que se programa en la gestión de don César Trelles Lara, que ejecutó Javier Atkins y pese a los cuestionamientos de sobrevaloración y retardo, después permitirá que los paiteños cuenten con una mejor infraestructura de salud.
En infraestructura, equipamiento y servicios de Salud, los piuranos se encuentran marginados. Durante el lustro anterior, se construyeron en Chiclayo, dos importantes hospitales con mayor resolución. No sucedió en Piura, por dejadez de sus parlamentarios y también de quienes deben ejercer gestión. Un hospital de mayor resolución es fundamental para una población como la que tiene la región Piura.
Igualmente, debe pensarse en ampliar la cobertura en ciudades que constituyen centros de referencia; es el caso de Sullana donde el expediente técnico, aparentemente ha sido sobrevalorado y sería una limitante para obtener el financiamiento. Debería revisarse como prioridad y luego de ello, recurrir a financiamiento del Gobierno Nacional para hacerlo realidad.
A nivel vial, se debe realizar gestión para las vías nacionales y asignar presupuesto a las vías regionales. La Panamericana entre Sullana y Talara, se destruyó desde 1983 y aún mantiene los rezagos de los destrozos; es necesario poner presión para la autopista. Ir hacia el Bajo Piura, actualmente significa arriesgar la vida. Alta densidad y una sola vía que es insuficiente. Los accidentes justifican la inversión.
En el servicio de educación, solo se requiere articular las competencias nacionales con las regionales. Hasta el momento, no existe claridad para un modelo regional y la infraestructura y el equipamiento se encuentra sub utilizada. La nueva ley de Reforma de la Carrera Pública Magisterial abre importantes vías para mejorar en la educación.
En la sierra, se avanzó después de muchísimos años, con la pavimentación de la carretera hacia Huancabamba. Si bien es cierto, la competencia se encuentra en el ámbito nacional; debe existir una mayor preocupación regional para garantizar su calidad. El territorio, es el territorio y no puede dejarse los proyectos que se ejecutan en él al margen de vigilancia estratégica.
Lo mencionado son asuntos referenciales; sin embargo, la mejor manera de indentificar proyectos que resuelvan problemas; es con la participación de la comunidad regional. Esta estrategia de trabajo, recoge de alcaldes, de representantes de universidades, de colegios profesionales y de los actores sociales, la problemática real. Trabajar consensuadamente es más fructífero al actuar individual.
Las necesidades son muchas, los recursos escasos. Por lo tanto, definir lo más prioritario es importante. No se trata de abusar en proyectos; el objetivo simplemente es reducir brechas y para ello, tiene que decidirse por lo más fundamental.