Por Andrés Abad Tejada
Pariñas/Talara (ERP). Enfoque. La Compañía de Bomberos de Talara es una institución de servicio y sin fines de lucro. A ellos tenemos que reconocerles su intervención oportuna en accidentes, siniestros y emergencias, a pesar de las carencias de equipos y personal.
Cada año, cuando damos una mirada hacia la Compañía de Bomberos N° 67 tenemos la esperanza de que su situación ya esté mejor, pero eso no ocurre. Las carencias se mantienen, pero el ánimo y el servicio de los bomberos voluntarios se mantienen firmes, pese a las dificultades que tienen para trabajar con todas las comodidades o la plenitud que se requiere en la mayor parte de casos.
Frente a esta realidad, los voluntarios han decidido servir a Talara a costa de su integridad física y sus horas libres. A ellos tendríamos que agradecerles por mantenerse firmes en su deseo de servir, ayudar de una manera desinteresada, sin embargo, el agradecimiento no es lo único que necesitan los hombres de rojo, también requieren de los medios y equipos que les permitan trabajar.
Sus vehículos son antiguos, el dinero para el mantenimiento es escaso, el presupuesto para el combustible es limitado, su local no tiene todas las comodidades. Mientras que a los bomberos talareños les faltan recursos y equipos, en otras provincias de la región el gobierno dota de vehículos y equipos que facilitan el trabajo de otros grupos de bomberos que acá no se pueden adquirir, por falta de recursos y de apoyo de instituciones indiferentes.
Los talareños estamos en deuda con los bomberos, porque sirven y tienen claro que lo suyo es ayudar a la gente en los momentos de desgracia. A los talareños y sus autoridades también nos falta tener claro que ese servicio merece no solo un reconocimiento público, también una entrega de medios que faciliten la labor y el respeto permanente por su trabajo ad honorem que salva vidas.