ERP. Hemos leído en un artículo publicado hoy por el historiador Luis Guzmán Palomino, que en esta fecha se cumple el Bicentenario de un patriota cuya memoria no está en la memoria colectiva, pero que merece ser honrado por sus compatriotas, ya que en reconocimiento a su heroica muerte, ocurrida el 8 de mayo de 1822, su busto se encuentra en el Panteón Nacional de los Próceres de la Independencia.
Por Miguel Arturo Seminario Ojeda
Director del Museo Electoral y de la Democracia del Jurado Nacional de Elecciones
Su nacimiento se calcula en 1750, en Pampa Cangallo, jurisdicción del Corregimiento de Huamanga, falleció fusilado por los realistas en mayo de 1822 en Huamanga. Basilio Auqui Huaytalla fue un jefe morochuco, considerado héroe y mártir de la independencia nacional, se desempeñó como arriero y en 1814, simpatizó con la rebelión de carácter independiente de Mateo García Pumacahua y los hermanos Angulo del Cusco, uniéndose con sus paisanos a las fuerzas de Mariano Angulo, hallándose presente en las batallas de Huanta y Matará, el 27 de enero de ese año.
En 1820, tras la llegada del general San Martín, encontrándose en Huamanga y con la presencia del coronel Juan Antonio Álvarez de Arenales, quien había llegado a esa ciudad para formar guerrillas, se sumó a la causa por la patria. Estuvo al frente de una partida de montoneros que abiertamente desafiaron al realista José Carratalá que se hallaba instalado en las alturas de Ayacucho, sobre quien desarrolló un hostigamiento permanente.
Basilio Auqui, siendo ya mayor, pasaba de 70 años, organizó un escuadrón de caballería en Pampa Cangallo, zona de los morochucos, iniciando la lucha contra los realistas. En esa tropa de jinetes se enrolaron un hijo suyo y siete nietos, conociéndose a esa unidad como Escuadrón de los Auqui.
En la batalla de Sachabamba del 8 de febrero de 1822 derrotó a los realistas, y después, cuando trabajaba en la hacienda Cabra-Pata, una tropa de 200 realistas, conducida por un desertor hizo prisioneros a los Auqui, encarcelándolos en el cuartel de Santa Catalina, de Huamanga.
Basilio Auqui Huaytalla fue fusilado en Carmen Alto de Ayacucho en 1822, y antes de morir por sentencia realista presenció la muerte de su mujer, sus hijos y sus nietos. Una de las primeras en destacar la acción valerosa de las guerrillas y montoneros, fue la historiadora de raíces piuranas Ella Dumbar Temple, en una publicación de 1974, previamente, en los años de la independencia, fue el propio general San Martín quien tuvo un reconocimiento para estos patriotas.
El 27 de noviembre de 2018 se presentó en el Congreso de la República, un Proyecto de Ley, sobre el reconocimiento del hecho histórico, conocido como batalla de Sechapampa, (Sachabamba), en la que Pablo Basilio Auqui Huaytalla derrotó a los realistas.
De acuerdo a su biógrafo Luis Guzmán Palomino, docente de la Universidad La Cantuta, el aporte de este guerrero fue reconocido por el ejército libertador y aún por los mismos argentinos en la ciudad de Buenos Aires. En Ayacucho existe un busto de Basilio Auqui en la Plazuela de Santa Teresa, inaugurado el año del Sesquicentenario de la Batalla de Ayacucho. Guzmán Palomino sustenta la fecha de la muerte de Basilio Auqui Huaytalla, en el parte del general realista José Carratalá, fechado el 8 de mayo de 1822, y publicado en la Gaceta de Gobierno, editada en el Cusco, el 19 de mayo de 1822, donde mencionada que el 8 de mayo había hecho fusilar a los Auqui.
De igual manera, en el Panteón Nacional de los Próceres existe un busto que recuerda la memoria de este patriota, que en estos años del Bicentenario de la Independencia Nacional, ha sido evocado en diferentes publicaciones, que van más allá de lo difundido en Ayacucho, escenario de su gloria y de inscripción de su martirologio.