ERP/M.Seminario. Ya mencionamos en una artículo pasado, que los sullaneros votaron por primera vez casi a fines del virreinato, en las elecciones de 1812 y 1814, cuando así se hizo en todo el virreinato para la elección de alcaldes, después de la promulgación de la Constitución de Cádiz de 1812; fue esta la gran primera experiencia, novísima entre los peruanos en general, que estaban acostumbrados a tener autoridades nombradas, y no con la participación popular que les delegaba poder, con eso proceso electoral, decía don Valentín Paniagua Corazao, se inicia el gobierno representativo en el Perú.
Luego, votaron en 1822, ante la convocatoria del Congreso Constituyente, en el que se presentaron como candidatos por Piura, Tomás Diéguez, José de Lama, Manuel José de Arrunátegui, Pedro de León y Valdez, Francisco Javier Fernández de Paredes (el Marqués de Salinas), Juan Antonio Távara, Santiago León y Manuel Pizarro, ganando en esta contienda, Diéguez, Arrunátegui, y el Marqués de Salinas. No consta el detalle del proceso, pero los sullaneros también votaron.
Fue en una sesión del 15 de marzo de 1823, que se dio lectura al pedido de la Municipalidad de Sullana,entonces La Punta, para que se declare oficialmente al pueblo con carácter de tal, ya el 22 de octubre de 1822, Tomás Diéguez argumentó en la sesión de ese día, que La Punta tenía todas las condiciones para ser declarada villa.
También se tiene noticia de las elecciones de 1866, después de la Guerra con España, donde al parecer los sullaneros votaron por Prado, ya que 1550 le expresaron su confianza en las ánforas, por Ramón Castilla votaron 10, solo 3 por José Balta, y 1 por Pedro Diez Canseco. Por la provincia de Paita, dentro de la cual estaba el distrito de Sullana, ganó Enrique Espinoza, porque los sullaneros y querecotillanos votaron mayoritariamente por él, en Sullana había el doble de la población que tenía el puerto; ante esto, el perdedor Leonidas Echeandía quiso boicotear los resultados con apoyo de la Junta Electoral. Una de las aspiraciones de los sullaneros y piuranos en general, era la creación de una Corte Superior autónoma con sede en Piura, y esto se lo pidieron a sus representantes. Al poco tiempo este anhelo se hizo realidad.
Miguel Arturo Seminario Ojeda / Director del Museo Electoral y de la Democracia del JNE