ERP/M.Seminario. En los años 60, una polka muy contagiosa que mi Papá bailaba con movimientos muy artísticos, reflejaba lo que los piuranos sentían con la quemazón de los rayos solares, en un tiempo en que no se hablaba de deterioro de la capa de ozono, ni del efecto invernadero. Las ondas sonoras de Radio Sullana y de Radio Progreso de Piura transmitían el "Ay que calor, ay que calor! vamos a la playa a bañarnos mi amor, es tan sofocante, que no puedo resistir, parece que mi cuerpo se fuera a consumir, ay que calor..."
Años después, empezaría la campaña de valores para que los seres humanos de todo el planeta entendieran que a la tierra hay que cuidarla, poco a poco fui aprendiendo que había necesidad de convivir sin agresión a la naturaleza, porque la gresión dañaba al mismo hombre.
Se decía que en la ciudad de Piura, había dos estaciones, igual en Sullana, la estación del tren y la del verano, porque los calores se sentían tan rigurosos en años ordinarios, y cuando aparecía El Niño, ni que se diga, eran años extraordinarios. Hoy acabo de hablar con César Leigh, Socorro Orrego y Margarita Rosa Vega, en Sullana, Tambogrande y Piura, y los tres me dijeron que el calor de fines de marzo está igual que el de enero y febrero, y "que ni vaya a Piura porque parece un horno", y que el Niño, que esta vez no será tan "manaturalozo", está anunciándose con bombos y platillos.
A comienzos del siglo XVII, un Niñó extraordinario devastó la ciudad de Piura, y así, de acuerdo al estudio de Víctor Eguiguren y al de Lorenzo Huertas Vallejos, en las cronologías que presentan ambos se aprecia que a Piura el Niño la azotó con fuerza en varias oportunidades, como en 1791, 1891 y 1925. también en 1804, fue tan terrible, de manera que cuando hablaba sobre esto en 1990 con Ramón Eduardo Celi Soto, solo de imaginarse la m ortandad del ganado cabrió y vacuno que se experimentó ese año, "Yayo" se agarraba la cabeza.
Nosotros hemos vivido las experiencias de 1983 y a la de 1998, pero para entonces la canción ya no era la polka de los años 60, era otra que comenzaba: Que calor, que calor, desnudito se está mejor. Cuál sería la letra de ahora, si algún compositor quisiera reflejar en una canción lo que estamos viviendo, calores rigurosos en todo el mundo, y con veranos cada vez más extensos y más calientes. Aprovecehemos la cultura de prevención que nos invita a no ser agresivos con nosotros mismos, y estos valores de convivencia en paz con la naturaleza permitirán un mundo mejor para los que hereden la tierra, después que nuestras huellas se hayan perdido en el polvo de la nada.