Cementerio San José de Sullana sería el más afectado junto al de Querecotillo
ERP/Miguel Arturo Seminario Ojeda. El 29, 30 y 31 de octubre próximos, Lima será testigo de un gran acontecimiento de carácter internacional, se desarrollará el XVI Encuentro Iberoamericano de valorización y gestión de cementerios patrimoniales: patrimonio funerario, rutas e itinerarios turísticos, organizado por la Red Iberoamericana de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales, que preside Ciro Caraballo Perichi, para esa ocasión un gran número de expertos en patrimonio funerario visitará nuestro país, para lo cual se cuenta con la decisiva colaboración del más reputado de los museólogos peruanos, Luis Repetto Málaga, Presidente de la Red Peruana de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales.
Fue precisamente el 2 de noviembre del año pasado, cuando Luis Repetto visitó el cementerio San José de Sullana, llevándose la grata impresión de revivir un cuadro que solamente había visto en México, su expresión textual fue decirme, “si me lo hubieses contado, no te hubiera creído, esto es una gran fiesta, y únicamente en México he podido apreciar algo así”. De inmediato me vino a la mente la figura del señor Luis Garnique y de don Carlos Negrini Noblecilla, pioneros en convertir al cementerio de Sullana, en un atractivo luminoso cada 1 y 2 de noviembre, desde la década del 70 del siglo pasado, a mí también me impresionó el espectáculo, era un momento único, ver a los sullaneros rindiendo culto a sus muertos, con una iluminación general de su camposanto.
El año pasado el cementerio San José de Sullana cumplió 200 años, aniversario que la Beneficencia de Sullana celebró como lo justificaba una ocasión tan especial, con Misa, un acto solemne, y una visita nocturna, dirigida al público en general, convirtiéndose de esa manera Sullana, en ser una de las pocas ciudades en realizar estas visitas cuyo atractivo especial, es mostrar las tumbas ilustres del cementerio, que convierten a este camposanto, en un libro abierto de la historia local, regional y nacional.
El mencionado XVI Encuentro, que se desarrolla con el apoyo de la Casa O Higgins, de la Pontificia Universidad Católica, concentrará la presencia de especialistas peruanos y extranjeros: historiadores, ingenieros civiles, bibliotecólogos, gestores culturales, antropólogos, sociólogos, comunicadores, abogados, filósofos, educadores, arquitectos, artistas, literatos, investigadores, profesionales en turismo, panteoneros, fotógrafos, diseñadores, gerentes o directores de cementerios, cuya preocupación central, es salvar el patrimonio funerario, la puesta en valor de los cementerios, entre otras preocupaciones, en esa ocasión se escuchará las diferentes experiencias, y se tomará conocimiento de las propuestas para convertir a los camposantos en museos.
Anuncian los organizadores, que “el objetivo central del XVI Encuentroserá crear un espacio de discusión y reflexión sobre la puesta en valor de los cementerios, y el patrimonio funerario en general, y su inclusión en los circuitos turísticos, lo que nos permitirá tener nuevas visiones y propuestas al respecto. Además de la temática seleccionada, habrá lugar para compartir ponencias relacionadas con otros temas relativos al patrimonio material o inmaterial, rituales, memoria, historia y avances en los proyectos de gestión y valoración de Cementerios en Iberoamérica”.
La Región Piura tiene un rico patrimonio funerario, entendido este “como todos aquellos aspectos de la cultura relacionados, directa o indirectamente con la muerte, que son relevantes, significativos, y forman parte de las señas de identidad de una sociedad”, como lo definen Sol Tarrés, y Jorde Moreras. Y este patrimonio lo podremos apreciar no solo en el cementerio San Teodoro de la ciudad de Piura, también se ve en el cementerio San José de Sullana, en el de Querecotillo, Huancabamba, Talara, y en muchos cementerios ruralescomo los de Chocán o Ríecito y Somate, donde los muertos que yacen en sus espacios, nos han dejado huellas perdurables, con mensajes son recreados por los estudiosos de las ciencias sociales y de la arquitectura e ingeniería.
La conservación del patrimonio funerario no es una decisión muy antigua, se relaciona con una conciencia mundial desde mediados del siglo XX, fortalecida en la primera década del actual siglo, como se puede comprobar con la Declaración de New Castel y la Carta de Morellia de 2005. Por esa razón, expresamos nuestra preocupación frente al anuncio de un fenómeno El Niño, fuerte, que ya ha afectado al patrimonio cultural de Piura, sobre todo al arqueológico, generándose la desaparición de muchas huacas que las encontrábamos descritas en documentos virreinales, y ahora esos promontorios ya no existen, y frente a esta experiencia, no se puede permitir que desaparezcan estos testimonios del pasado piurano, que en algunos casos pasan de 200 años. Esperamos que las autoridades de los gobiernos locales y gobierno regional, tomen conciencia de que el pretérito piurano también se representa en el patrimonio funerario, que en Piura no es poco lo que se puede mostrar.
El fenómeno El Niño es cada vez más recurrente en Piura, afecta todo el orden económico, social, cultural, político y toda la cotidianidad de los piuranos. La Historia nos demuestra que El Niño ha causado mucho daño, cuando no se sabe convivir con él. Los mega niños de 1983 y 1998 están presentes en la memoria colectiva, y aún está presente, como lo comprobé oportunamente con don Rodolfo Cruz Merino, la desaparición de la huaca de Chalacalá, que antes de ese año mostraba su estructura a sus visitantes, cuando volvimos en 1986, se había derretido, como si se tratará de un helado al que el agua había convertido en nada; solo manos expertas y especializadas, podrán alguna vez reconstruir esa estructura que ahora no existe para los observadores comunes, que no verán sino, un cerrito, donde antes hubo una gran estructura de barro.
En el caso de Sullana, un colectivo de reflexión patrimonial expresa su preocupación por este patrimonio, desde enero de 2014, cuando la Municipalidad de Sullana organizó con el Jurado Nacional de Elecciones, una exposición por el bicentenario del primer cabildo de Sullana, Luisa Chulli Castillo, al percatarse que uno de los acuerdos de ese cabildo fue el de la creación de un panteón en setiembre de 1814, me planteó la necesidad de organizar visitas nocturnas en el cementerio, como las había visto en Lima, propuesta que fue acogida por Carmen Cruz Delgado, directora del Museo de Sullana, quien ya tenía conocimiento del bicentenario que se aproximaba, desde entonces, la directora del Museo propuso a la Beneficencia de Sullana,presidida entonces por Verónica Cisneros, la organización de las visitas nocturnas al cementerio, con la decidida colaboración del regidor César Leigh Arias, hoy primer regidor del municipio de La Perla del Chira. La Beneficencia aprobó esta propuesta, y desde ese momento, Sullana se convirtió en una de las pocas ciudades del Perú, donde el cementerio, como libro abierto de su historia, habla cada noche en que se organizan estas visitas, que casi siempre han coincidido con la luz de la luna llena.
Forman parte de este colectivo social de preocupación por el cementerio de Sullana, y los cementerios jurisdiccionalesde la provincia, junto con Luisa Chulli, Carmen Cruz y César Leigh, los sullaneros Maby Olaya Guerrero, Carmen Arrese Pachérrez, Frank Távara Gamio, Amanda Ydelia Burgos Gutiérrez, Iris Altagracia Ruiz Merino, Enrique Castro, Walter Carreño, Luis Campos Zapata, Juan Uriol Tassara, Luis Ernesto Mendoza Ramírez, y Juan Adrianzén Campos, quienes como yo, esperan que las beneficencias correspondientes y las municipalidades que tienen que ver con la administración de los cementerios urbanos y rurales de sus jurisdicciones, pongan en práctica medidas convincentes orientadas a preservar el patrimonio, y no a acelerar su destrucción. El Niño se viene, fuerte, o extraordinario, afectará a los cementerios, sobre todo al de Querecotillo, a cuyas autoridades invocamos tomar las precauciones que impidan la desaparición de un patrimonio irrecuperable, y no se termina de perder esta vez, como ya viene sucediendo por el deterioro de muchas tumbas que se hallan en grave peligro.
Miguel Arturo Seminario Ojeda/Presidente de la Asociación Cultural Tallán.