ERP/N.Peñaherrera. Habíamos dejado la acción cuando estábamos analizando el potencial del distrito sullanero con los mayores indicadores de pobreza.
Lancones es un espacio donde se puede potenciar el turismo rural gracias al paisaje y a ciertos restos arqueológicos que se han descubierto. Por la experiencia que tengo de mi trabajo en Malingas, Tambogrande, puedo decir que la combinación paisajística, arqueológica y de identidad local son ideales para generar una marca (brand) única y que se puede vender a nivel internacional.
Nosotros lo logramos y hasta nos premiaron por eso, así que hablo con conocimiento de causa.
Y, cuidado, que Marcavelica también puede apostar a ser un polo de turismo rural, más allá de los cocoteros y los ruidosos restaurantes-chupódromos de la carretera Panamericana.
El turista de verdad no busca eso, sino tranquilidad, relax. Y Marcavelica tiene dos geoespacios clave: El Angolo y Cerros de Amotape.
El Coto de Caza el angolo es netamente sullanero y hace poco ha concitado la participación de la Caja Municipal. Espero que la inversión a realizar considere el potenciamiento internacional del sector que el SERNANP ha comenzado hace un par de años, y que me parece una movida perfecta, bien hecha.
El Parque Nacional de Cerros de Amotape –que, en realidad, compartimos con Talara y Contralmirante Villar, Tumbes- también tiene que potenciarse en coordinación con los gobiernos probinciales antes mencionados y el gobierno nacional.
Entonces, hasta donde vamos revisando están apareciendo dos componentes clave: economía rural provincial e integración multigubernamental con enfoque de cuenca binacional.
Si no leíste mi comentario de ayer, revisa para que entiendas cómo hemos llegado hasta aquí.
Sí, para quien pensó que me olvidé que Sullana es zona de frontera, le tengo noticias: el potenciamiento económico de Lancones es la manera cómo Sullana contribuye a la política de desarrollo fronterizo, eliminando los indicadores de pobreza, apostando más a la educación formal y no formal, donde instituciones grandes, como Fe y Alegría, tienen décadas de trayectoria
Los espacios urbanos
Finalmente, se tiene que administrar mejor el crecimiento de los núcleos urbanos de la provincia, comenzando por el más grande, que contiene a la capital del territorio: Sullana-Bellavista, en franco avance hacia Jíbito y Sojo, con el que configurarán la segunda área metropolitana más grande del departamento y una de las más grandes del norte peruano.
Pero también revisar otras dos áreas de desarrollo urbano crítico: Marcavelica-Mallaritos-Las Palmeras y Querecotillo-Vichayal.
Y alrededor de ellos, todos los pueblos que se integran a tales ejes urbanos.
por supuesto, esto no desmerece las otras tres capitales distritales restantes, donde se tiene que pensar seriamente cómo crecerán o dejarán de crecer, pero cómo se potenciarán para conseguir tales fines en función de su conectividad vial.
Ojito con Máncora y Tambogrande
Y esto nos lleva a reintegrar a la provincia frente a dos amenazas para las que nadie ha presentado planes de contingencia, siquiera: el aeropuerto de Talara y la carretera Km. 21-Tambogrande.
Ambas obras nos quitan flujo de pasajeros que antes estaban forzados a pasar por Sullana, y que activaban nuestra economía en forma considerable: sin los turistas de Máncora y Ayabaca, ¿qué hacemos ahora? ¿cómo Sullana se convierte en un punto atractivo de destino o paso?
Como dije al inicio, estamos algo tarde para reencauchar planes de gobierno, pero sí podríamos considerarlo en los procesos de transferencia a la próxima gestión.
Ahora bien, si a ninguna candidatura se le ocurrió ver este enfoque, honestamente, ¿qué hacen postulando?
(Sigue al autor en Twitter como @nelsonsullana)