ERP/N.Peñaherrera. ¿Te has percatado la cantidad de candidatos, candidatas y movimientos fuera de carrera durante el periodo de inscripción de listas, y su cola hasta estos días?
Si no faltan requisitos, hay problemas con la consistencia de los datos, o las candidaturas no han sido designadas siguiendo el procedimiento estipulado por los órganos rectores.
También hay quienes habrían inscrito las candidaturas por un movimiento cuando parecen estar militando en otro.
En fin, varios errores de forma que me dejan una pregunta: ¿se pasaron de vivos o de bobos quienes quieren postular a lo que vayamos a elegir el próximo 5 de octubre?
Si se pasan de vivos, la verdad no es buen augurio. Precisamente por dejar que estas personas quienes creen estar por encima de Dios y la ley, es que tenemos los problemas de corrupción que se han traído abajo varias gestiones regionales en los últimos meses.
Si se pasan de bobos, es un gran peligro pues están a merced que cualquiera trapee el piso con ellos. Por ejemplo, que de pronto las gestiones se vean sumidas en procesos legales que no les favorecen, como los arbitrajes, que casi siempre los pierde el estado peruano y todas sus instancias.
En lo personal, me parece saludable dejar fuera de carrera a quienes no cumplen con las reglas del juego sea por exceso o por defecto.
Si la gente que aspira a ser autoridad no quiere ceñirse a la Ley, entonces no es garantía que cuando ejerza su cargo actúe limpiamente.
Y si la persona o movimiento eliminados es el o la de nuestra preferencia, ni modo. El interés personal en una democracia jamás está por encima del interés colectivo.
No queremos autoridades ni vivas ni bobas, sino hábiles, visionarias, ejecutivas y que no teman actuar con ética, por encima de todo.
Además, nada hay mejor que curarse en salud.
(Sigue al autor en Twitter como @nelsonsullana)