ERP/N.Peñaherrera. A fines de mayo pasado, El Regional de Piura y FACTORTIERRA.NET publicaron un sondeo que consistió en mapear todos los epicentros de sismos registrados a lo largo de 2014.
Justo este último sábado, di una entrevista a una radio en Sechura sobre este tema. Para quienes me escucharon, aquí amplío la reflexión.
El hallazgo del sondeo es que la mayor parte de los sismos parecen concentrarse en una especie de ‘corrales’ geométricos, que ocupan la porción norte y sur de la costa y litoral de Piura.
El jueves pasado, el Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) encontró que hasta inicios de junio, la tierra ha temblado 48 veces, que 22 de esos sismos se originaron bajo el mar, y que Sechura y Talara registran la mayor parte de temblores a lo largo del departamento.
Superponiendo ambas investigaciones hay más de una coincidencia. Lógico: la fuente es la misma, el Instituto Geofísico del Perú (IGP).
¿Qué nos dicen ambos trabajos?
Primero, que tenemos un dato estadístico-científico que nos indica dónde se deben concentrar la mayor parte de esfuerzos de prevención, justo donde la indiferencia de la población ante los simulacros –a pesar del informe de Defensa Civil- es alta.
Segundo, reflexionar sobre la vulnerabilidad de nuestro litoral. Hasta ahora las placas tectónicas han sido benévolas remeciéndose por debajo del 6,0 de magnitud. Si la mayor parte de temblores fue bajo el mar, y si se presenta un 7,0 de magnitud, ¿cuál será la respuesta de población y autoridades ante un forzoso tsunami?
Tercero, es hora de aliarse con investigaciones como la de la Pontificia Universidad Católica del Perú sobre los magnetómetros, o la que se inició en La Molina, Lima, para probar una alarma antisísmica que avisa sobre remezones, medio minuto antes que se produzcan (como las de Japón o México).
Adicionalmente, reforzar la educación sobre los sismos concentrándose exclusivamente en el aspecto científico, con la finalidad de que se entienda perfectamente por qué sucede cada fenómeno, y no se salgan con explicaciones ‘proféticas’.
Igual con los y las colegas, para que sus intervenciones en los medios orienten a la gente y no la confundan más de lo que ya está.
Además, sería saludable revisar el protocolo del reglamento de construcción, el aprovisionamiento en hospitales, la reducción de riesgos en servicios públicos, y analizar cómo se evita el colapso de las líneas telefónicas como ocurrió durante el primer temblor fuerte de Sechura.
En resumen, estrategias multidisciplinarias que nos lleven a tomar el asunto de los sismos con la seriedad y la serenidad que merece. No es chamba exclusiva de las autoridades; tú y yo, como población, somos el 90 % de la prevención y la remediación si llega a temblar… porque va a temblar en cualquier momento.
(Sigue al autor en Twitter como @nelsonsullana)