Por: Nelson Peñaherrera Castillo. Uno de los mensajes más frecuentes que estoy recibiendo hace una semana es "¿por qué no me trajiste chocolate?" a causa del reportaje que hemos estrenado el viernes en FACTORTIERRA.NET, pero cuyas fotos ya hemos estado publicando desde el domingo pasado, lo que nos satisface mucho pues estamos beneficiando a una comunidad que se ha tomado a pecho lo de proteger el medio ambiente.
[Puedes ver el reportaje completo en http://www.factortierra.net/2018/0525/]
Y aunque mucha gente crea que, cuando uno toma este tipo de historias, va a hacer turismo -bueno, en el fondo también hay algo de eso-, la verdad es que mientras uno va conociendo, maravillándose, o diciendo "¡esa foto es la foto!", también va atando cabos respecto a otras coberturas de campo hechas y publicadas.
A raíz de El Niño Costero, el año pasado, y como un aporte a los esfuerzos para llamar la atención del mercado interno sobre los potenciales orgánicos del departamento, en FACTORTIERRA.NET lanzamos una sección llamada Hecho en Piura (http://www.factortierra.net/tt/hechoenpiura.html), que no solo busca mostrar tal oferta sino analizarla desde todas sus perspectivas, de tal modo que la decisión del comprador se base en datos ciertos más que en pura emoción. Digo, si en algo somos expertos es aprovecharnos del pánico y vender gato por liebre.
Debo señalar que un aspecto inquietante de esa cobertura es que la mayor cantidad de interacciones las tenemos en Twitter y desde nuestras publicaciones en inglés. De hecho, los retuits frecuentes son de una firma especializada en mercadeo digital ubicada en Minneapolis, Estados Unidos, y algunas personas en Inglaterra, básicamente.
Pero también hemos tenido interacciones con contenidos en nuestro idioma, en las Américas, principalmente en Perú y Ecuador, aunque ése no es el punto de esta columna.
Una de las cosas que se nos vino a la cabeza cuando caminábamos con la gente de Palo Blanco, en Chulucanas -de cuya historia me refería al inicio-, es que hay habitantes quienes están cosechando miel de abejas, la que, aseguran, es pura y orgánica.
Tal como lo decimos en el reportaje de FACTORTIERRA.NET, si todo Palo Blanco está dedicado a la agricultura orgánica debido a que exporta el mismo cacao blanco (cacao porcelana) por el que ha recibido premios internacionales y nacionales, entonces es lógico creer que las abejas van de flor en flor en un entorno libre de agroquímicos; ergo, la miel tiene que ser orgánica, al menos. La pureza ya es otro tema.
(Hay comentarios en Internet, escritos en inglés, sobre insumos importados desde esta comunidad y son altamente positivos, al punto que uno de los usuarios pidió expresamente que sean de allí mismito.)
Esa declaración nos trajo a la cabeza el penúltimo reportaje que publicamos y que se refiere a una microempresa en Sullana que se dedica a exportar algarrobina y miel de abejas, cuyas características, a decir del empacador, son su origen orgánico y su pureza.
[Mira la historia en http://www.factortierra.net/2018/0510/]
¡Sí! Dedujiste lo mismo que nosotros; pero hay un detalle: Sullana dista de Palo Blanco unos 120 kilómetros por carretera, y nos dimos cuenta que tanto el apicultor como el empacador (quien también es apicultor) no se han conocido ni en enjambre revuelto; pero están en el mismo rubro y hasta comparten las mismas preocupaciones (los agroquímicos industriales diezmando colmenas).
La pregunta que caía de madura en ese momento era si ambos son parte del mismo negocio, ¿por qué no se integraban? Respuesta corta: no se conocían, ya lo dije.
La Dirección Regional de Agricultura (DRA) de Piura últimamente anda organizando eventos y participando en cuanto evento haya con el mismo mensaje: la asociatividad es importante para poder aspirar a mercados más grandes y competir en mejores condiciones, porque cuando manejas volumen, manejas mercado. Así de simple y complicado a la vez.
Por supuesto que un factor clave para asociarme con quien sea es que honre la confianza que le doy, y en reciprocidad que yo honre la confianza que me da; pero antes de si quiera darnos la mano, tenemos que conocernos, ¡saber que ambos existimos! Y adivinen qué: justo aquí hay un problemita: los apicultores se conocen en sus comunidades inmediatas; pero más allá de ellas, poco tirando a nada. Como que esa mentalidad erradamente localista nos mete autogoles de media cancha.
Claro que, como me decía alguien, ésta debería ser chamba de la DRA, la que tendría que activar sus bases de datos y actualizarlas, y ponerlas a disponibilidad de quienes estén en tal o cual ramo, y aún al infinito y más allá; pero, también ésta debería ser chamba de los propios apicultores, quienes podrían activar sus propias redes de información e inteligencia para, al menos, contrastar el dato oficial.
¿Existe? Hasta donde sé, sí, pero de forma incipiente, y mayormente referida a proveedores en los que nunca más debes confiar. Ya sabes, las malas noticias vuelan al toque. ¿Y las buenas nuevas, qué?
La historia potencial que tenemos entre manos -y ojo, que me estoy 'spoileando' mi propia exclusiva- es la integración de los apicultores de Palo Blanco con los de Sullana, y de éstos con los socios confiables que cada quien tenga identificados. Se la planteé a ambas partes y, por lo menos, no me dijeron que no.
Modestia aparte, proyectos periodísticos como FACTORTIERRA.NET están allí haciéndola de 'networkers' como quien no quiere la cosa, lo que nos obliga a tener un estándar mínimo al tratar la información para que sea confiable; pero, ¿qué tal con estos productores si no hubiera ese tipo de periodismo? Insisto, modestia aparte.
Por otro lado, si nuestro poder de borrar fronteras en todo el sentido de la palabra puede contribuir a que esa integración se dé, ¡bien!, hagámoslo, sigamos explorando, vayamos donde haya más gente como ésta con proyectos similares o relacionados, publiquemos con equilibrio y perspectiva, y convirtamos en realidad la visión de Marshall McLuhan: el mundo como si fuera un pañuelo. Bueno, nuestras comunidades, en este caso, con tal que se proyecten al mundo.
De este modo, si se pueden generar otras formas de asociatividad, independientes a la promoción gubernamental, y se tornan en redes sólidas y duraderas, estaremos contribuyendo con algo llamado prosperidad, que hace rato necesita Piura.
Y aunque nos hace falta presupuesto para seguir integrando, la satisfacción que nos deja cada salidita de éstas es que no hay que tener un cargo, ni ser autoridad política, ni andar pelando las muelas como candidato para hacerlo posible. Basta hacerlo, hacerlo bien y hacerlo con respeto y cariño. Lo demás vendrá por añadidura.
Postdata: Las fotos que acompañan esta columna han sido tomadas por mis compañeros Marco Flores y Marco Paulini (y son parte del banco de imágenes de FACTORTIERRA.NET), y las otras fueron cedidas por D'Calidad.
(Opina al autor. síguelo en Twitter como @NelsonSullana)