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Vie, Abr

Mentira y peruanidad emergente

Nelson Peñaherrera
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ERP/Nelson Peñaherrera Castillo.Sin referirme a alguien en particular, creo que engañar sistemáticamente para ascender en cualquier tipo de escala no tiene que convertirse en sinónimo de ser un peruano o una peruana emergente, puesto que emerger es ir saliendo a flote por el propio peso específico desde la profundidad más densa hasta la superficie donde es posible advertir que estás.

Ascender engañando mas bien debería ser resumido como trepar, pisotear… meter cabeza, como decimos criollamente. Y eso que creemos que es una virtud es en realidad nuestro mayor defecto: la viveza criolla.

Uno de mis amigos, que se caracteriza por ser muy disciplinado y ético en su trabajo, estuvo acopiando información para un proyecto en el que viene laborando hace unos meses. Junto a él estaba otro profesional que, incluso, había llegado a hablar con el mismo Dios, a quien le llegó a enmendar los últimos siete mandamientos porque no se adecuaban a su forma de ser.

El hecho que mi amigo pasó sus informes y, como su jefe había asignado a su compañero que alimente el sistema, se los entregó a confianza. Por alguna razón a mí eso me olía raro, pero como donde trabaja mi amigo tienen reglas más raras aún, no metí más mi nariz; pero de que olía raro, olía a azufre.

Días después, alguien le advirtió a mi amigo que le parecía raro que la información que él había acopiado estaba publicada en un sistema informático pagado con el dinero de todos los y todas las contribuyentes, a nombre de su compañero. Incluso había tenido la osadía de publicarlo en Facebook sin reconocer al autor original.

Mi amigo se quedó de una pieza: todo su trabajo tenía otra firma. Sí, el mismo argumento de Paco Yunque de César Valle… ups… esteee… OK, Paco Yunque es un cuento de César Vallejo Mendoza. Punto. El hecho que otro plagie no quiere decir que haré lo mismo.

a mí me dio rabia porque conozco la catadura profesional de mi amigo, y cada vez que me contaba cómo ese otro infeliz le serruchaba el piso me daba más rabia aún. Es más, que no se me cruce cuando ande cruzado porque se me sale el antepasado ayawaka.

Y eso es lo que deberíamos sentir cuando tratan de vendernos la peruanidad emergente al mismo nivel de la viveza criolla, de la mentira, del plagio: rabia, indignación.

La peruanidad emergente no delinque sino que crea, innova, se esfuerza y poco a poco va ascendiendo por su propio peso específico desde la profundidad más densa hasta la superficie donde se le pueda apreciar.

Ascender intrigando, torpedeando, manipulando, mintiendo, plagiando, es una forma rápida de obtener todo lo que quieres y también es una forma veloz de exponerte a pagar por todo el mal que haces. Y, lo digo por experiencia, la justicia te golpea donde más te duele.

Ah, por cierto: esta columna no es plagiada.

(Opina al autor. Síguelo en Twitter como @nelsonsullana)

 

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