ERP. Más de 50 pobladores del centro poblado Monte Castillo del distrito de Catacaos, provincia de Piura, sembraron 20 kilos de semillas de algarrobo en aproximadamente 250 hectáreas de terreno deforestado por la tala indiscriminada, para aprovechar el periodo de lluvias que se registran en la región.
La actividad se ejecutó con el apoyo del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) y AGRO RURAL, instituciones del Ministerio de Agricultura y Riego, y la Dirección Regional de Agricultura Piura, que organizaron la jornada y ofrecieron la asistencia técnica y las semillas de algarrobo.
En un campo, que hace solo unas semanas lucía completamente desértico y que hoy es una alfombra verde, los pobladores de Monte Castillo, junto con los especialistas de la Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre (ATFFS) Piura, oficina descentraliza del SERFOR, realizaron la siembra directa, es decir cavar un hoyo de aproximadamente 10 centímetros, colocar las semillas (entre 4 y 5) y cubrirla con la tierra.
Isaías Ipanaqué, presidente de la Asociación Benjamín del Campo de Monte Castillo, quien propició la actividad que reunió a sus asociados, expresó que las lluvias son una bendición para el bosque, pues permite a los árboles nacer y crecer; asimismo destacó que gracias al apoyo de AGRO RURAL sembraron 5 hectáreas de frijol 'caupí'.
Por su parte, el responsable de la ATFFS Piura, Ing. Rafael Velásquez Campos, recordó que hasta enero del año pasado llevaron a cabo el plan de siembra de semilla de algarrobo en más de dos mil hectáreas de bosque seco degradado. El objetivo fue aprovechar las lluvias del anunciado Fenómeno El Niño, que no se produjo; sin embargo el actual periodo de lluvias contribuirá a que estas semillas germinen, así como aquellas que están en estado de latencia (letargo), esperando germinar.
Dicha siembra se realizó en zonas totalmente degradadas por la tala ilegal, donde es nula la existencia de árboles semilleros, fauna silvestre y ganadería caprina. De esta manera, se sumó el esfuerzo de cientos de ciudadanos que sembraron con la esperanza de recuperar bosques y conservar los suelos de los sectores de Belisario y Chutuque (Sechura), Villa Casagrande y Cruz Blanca (La Arena), El Indio (Castilla), Nuevo Tallán (El Tallán), El Morante y San Pablo (Catacaos), Tablazo Sur (La Unión), las provincias de Paita y Talara y el distrito de Tambogrande.
Informó que es importante conocer que las lluvias permitirían la reforestación de más de un millón de hectáreas de zonas desérticas, mediante la regeneración natural de los bosques secos con árboles de algarrobos, cuyas semillas se encuentran dispersas de forma natural gracias al ganado caprino. Nacerán nuevos individuos y estimulará el crecimiento de los árboles ya existentes, que son el refugio de más vida silvestre.
Las lluvias traen beneficios a las poblaciones para nuestros bosques secos porque fortalecen la reforestación y abastecen de agua los acuíferos subterráneos, utilizados en la época de escasez, tanto para los bosques naturales como para las plantaciones.
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De los 73 millones de hectáreas de bosques que tiene el Perú, equivalente al 57% de la superficie nacional, los bosques secos ocupan 4 millones 107 hectáreas (3.2%).