ERP. Ante las fuertes lluvias que se vienen produciendo en las regiones de Piura y Tumbes, el Arzobispo Metropolitano de Piura, Monseñor José Antonio Eguren Anselmi S.C.V., se ha pronunciado recordando que: “El próximo lunes 27 de marzo, se cumplirán seis años de las terribles inundaciones que afectaron la vida de miles de piuranos. En aquella ocasión, fueron cuantiosos los daños materiales, pero la tragedia que vivimos el año 2017, tuvo sobre todo rostros y nombres concretos, historias de sufrimiento de miles de familias y personas, de compatriotas y conciudadanos fallecidos”.
“Ante las fuertes lluvias que vienen presentándose en Piura y Tumbes, asistimos hoy preocupados a la posibilidad de que se vuelva a producir entre nosotros una desgracia similar. ¡Dios no lo permita! Las lluvias no son malas, son necesarias, porque el agua es vida. El problema está cuando las autoridades son indolentes y omisas y no ejercen su responsabilidad de velar por la realización de las obras de prevención y desarrollo que tanto necesita y espera nuestra Región” precisó.
¿Hasta cuándo? ¡Ya son muchos los años de promesas incumplidas!
Ante esta situación, Monseñor Eguren ha hecho un enérgico llamado: “En repetidas oportunidades he reclamado una acción más decidida de parte del Gobierno Central, de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios, y de los Gobiernos locales en favor de Piura y Tumbes. No es menos cierto también, que parte de la culpa la tenemos nosotros, por nuestra desunión, conformismo, y hasta indiferencia en la defensa y promoción de aquellos proyectos y obras que nos son absolutamente necesarias para tener desarrollo, seguridad y tranquilidad en todo momento”.
“En mí surge una pregunta: ¿Hasta cuándo tendremos que esperar para que se hagan realidad aquellos proyectos tan necesarios, como son entre otros, el manejo integral de los ríos Piura, Chira y Tumbes; la construcción de buenas defensas en las márgenes de nuestros ríos; el ansiado drenaje pluvial para Piura; la salida definitiva del río Piura al mar; el permanente mantenimiento de los drenes de evacuación; la descolmatación de las represas de Poechos y San Lorenzo, así como la construcción de nuevos reservorios para que no se desperdicie el recurso hídrico que es tan necesario para nuestra vida, agricultura y ganadería; la construcción de puentes, como el de la quebrada San Francisco, para que nuestros pueblos no se queden aislados cuando vienen las lluvias? ¿Hasta cuándo? ¡Ya son muchos los años de promesas incumplidas" acotó
¿De qué sirve una declaratoria de emergencia sin recursos?
El Arzobispo dirige también un especial pedido a las actuales autoridades: “Frente a este panorama, ¿qué hacer? En primer lugar, elevar nuestra oración al Señor nuestro Dios, Creador del cielo y de la tierra, para que nos auxilie en esta hora, nos conceda buen tiempo, y aleje de nosotros todo peligro y mal. Oración que debemos elevar apoyados en la intercesión de Nuestra Señora de las Mercedes, nuestra querida “Mechita”, Aquella a quien Jesús nada le niega (ver Jn 2, 1-11). Pidamos especialmente para que no se produzca una tragedia similar a la del año 2017. El tiempo de Cuaresma que estamos viviendo, es propicio para intensificar nuestra vida de oración que debe ser siempre el primero y no el último recurso del cristiano”.
“Pero también en las actuales circunstancias, debemos exigir al Gobierno Central que asigne a Piura y Tumbes los recursos necesarios. ¿De qué sirve una declaratoria de emergencia sin recursos? Y finalmente, dar de una vez por todas viabilidad y realización a los proyectos antes enunciados. Pido a nuestras nuevas autoridades que para ello coordinen entre sí, y trabajen unidos con los expertos, con honestidad, y eficacia” indicó.
Oremos por un tiempo tranquilo y sereno
Finalmente, Monseñor José Antonio nos ha dicho: “A Cristo Jesús, nuestro Señor, pidámosle de corazón que nos conceda la gracia de un tiempo tranquilo y sereno; que nos otorgue el agua que necesitamos, y que aleje de nosotros el peligro de lluvias destructoras y de las inundaciones”.