ERP. Uno de los docentes de la UDEP que dejó huella en sus alumnos y colegas falleció a los 93 años de edad; se trata del ingeniero sullanero Wilfredo Castillo Castro, gran conocedor de los suelos del norte del país, quien con su trabajo, enseñanzas y cariño contribuyó al desarrollo del área de Ingeniería Civil.
Trabajó en la Universidad de Piura hasta el 2015, año en el que sus colegas y amigos de la Facultad de Ingeniería le brindaron una emotiva despedida, para reconocer su entrega y dedicación en las tareas que desarrolló.
En aquel homenaje estuvieron miembros del departamento de Ingeniería Civil, Laboratorio de Suelos, de Ingeniería Mecánico-Eléctrica y de distintas áreas en las que laboró el prestigioso geólogo, profesor e investigador.
Las demostraciones de cariño de entonces y las que han llegado ahora, ante la noticia de su partida, son espontáneas y es que el ingeniero Wilfredo Castillo Castro supo ganarse el aprecio de cuantos lo trataron, por su sencillez y su capacidad para hacerse tiempo para ayudar a solucionar las dudas y consultas de quienes acudían a él.
“Quienes lo conocimos le teníamos gran aprecio, por su experiencia, su gran sabiduría y calidad de persona”, dice la ingeniera Gaby Ruiz. Además, “es muy detallista con el trabajo, nos ha enseñado a trabajar bien, con el ejemplo”, remarcó el doctor Jorge Reyes.
“Era un extraordinario ingeniero, geólogo, gran conocedor de las formaciones terciarias, cuaternarias y de todas las formaciones geológicas del norte peruano, zona que conocía muy bien. Ese conocimiento nos ha servido muchísimo en los diferentes estudios que hemos realizado durante muchos años en la universidad; así como para los diseños de diferentes tipos de obras: edificaciones, carreteras y obras hidráulicas”, comenta el magíster Germán Gallardo, quien fuera su amigo cercano por muchos años.
Como persona, agrega, “era un hombre llano, sencillo, trasparente, de gran fe; muy trabajador: era el primero en llegar y el último en irse; muy estudioso y de alta confiabilidad”.
“El ingeniero Castillo formó a muchas generaciones de ingenieros civiles de nuestra universidad, donde enseñaba el curso de Geología aplicada. Tenía una amplia cultura, por lo que era muy interesante conversar con él”, comenta la vicerrectora académica de la UDEP, excolega, Susana Vegas. “Sus clases teóricas las complementaba con visitas de campo, donde los alumnos se quedaban admirados por sus conocimientos y su agilidad mental y física”, anota.
También sobre su grandeza personal y profesional, Jorge Reyes dice: “El Ing. Castillo era amante de la formación profesional, tenía una gran visión que lo llevó a realizar y transmitir muchas investigaciones. Era muy laborioso, puntual, batallador, ejemplo de la manera cómo debe ser la labor profesional, incansable para analizar los detalles, sin dejarse ganar por la fatiga en los viajes de campo”.
Sin duda, sus aportes no solo han sido valiosos para la UDEP sino también para sus estudiantes y colegas y para el trabajo que ellos realizan actualmente. Asimismo, para Piura, pues algunos de sus estudios han sido de gran utilidad para otros proyectos, como el relacionado con la caracterización química de los suelos para determinar su utilización.
En el merecido homenaje que recibió el 2015, aprovechó para referirse a los problemas que afronta el norte del país y el mundo, como el cambio climático y los efectos de El Niño. Y, sobre el cambio climático del cual se habla en el mundo, dijo que Piura ofrece una evidencia física para entender ese concepto. “En ese sentido, no debemos dejar escapar -y tomar en cuenta- que eso que parece una novedad, un accidente o pronóstico, en realidad corresponde en esencia a lo que es el desarrollo del comportamiento geológico del mundo”, refirió.
Textos de Elena Belletich