ERP. Quizá es la primera vez que un religioso presenta una querella criminal en contra de un periodista. Monseñor José Antonio Eguren, quien pertenece a Sodalitium Christianae Vitae creado por el acusado de pederastía Luis Fernando Figari ha denunciado a los periodistas Pedro Salinas y Paola Ugaz, por presunta difamación agravada.
El co-recipiente del Premio Nacional de Periodismo y co-autor del libro "Mitad monjes, mitad soldados", Pedro Salinas, llegó a Piura pero no por motivos promocionales, sino para dar su versión ante la justicia, y responder a los cargos en su contra presentado por José Antonio Eguren Anselmi, quien decidió ir a la justicia y no poner la "otra mejilla" como recomendarían a los files católicos.
Según el prelado, Salinas lo habría responsabilizado de encubrir los presuntos abusos físicos y sexuales cometidos al interior del Sodalicio de Vida Cristiana (SVC) contra los jóvenes que vivivían en sus casas de formación, y luego por incluirlo en una alegada organización que habría traficado terrenos de la Comunidad Campesina de Castilla, aliada a La Gran Cruz, una banda que viene siendo investigada por las autoridades judiciales.
Las supuestas expresiones del periodista fueron vertidas tanto en el portal La Mula y en el programa "No hay derecho" que produce Ideele Radio, en las que Salinas habría comparado a eguren con el obispo chileno Juan Barros, a quien se acusó de encubrir el abuso sexual cometido por el ex sacerdote Fernando Karadima, quien fuera despedido por el Vaticano y por el que pidió la renuncia a una treintena de purpurados.
De igual modo, Salinas había pedido a las autoridades que investiguen independientemente la supuesta vinculación de Eguren con La Gran Cruz.
Tanto el portal como los estudios del programa se encuentran en la ciudad de Lima; sin embargo, la querella y el caso se han abierto en la Corte Superior de Justicia de Piura, dentro del despacho que dirige la jueza Judith Cueva Calle.
Según Carlos Rivera, abogado de Salinas, intentaron establecer que el caso se viera en la ciudad de Lima, sin embargo el juzgado desestimó sus recursos. Además, estaría desestimando la defensa legal porque ésta no habría presentado oportunamente una fotocopia de DNI.
"Si se queda sin defensa legal, Pedro va a ser prácticamente sometido al paredón", comentó Rivera a El Regional de Piura mediante una comunicación telefónica. "Quedaría a merced del abogado de la otra parte y sin opción a contradecirlo".
"Es una vendetta", puntualizó por su parte Salinas a este medio, en alusión a las denuncias que él y la periodista Paola Ugaz publicaron en el libro "Mitad monjes, mitad soldados", en el que se documentan casos de presuntos abusos físicos y sexuales cometidos por miembros del SVC, los que, bajo la tesis de Salinas, habrían sido conocidos por Eguren en tanto había sido anunciado por la organización como parte de su consejo superior, e incluso mostrado en fotografías que el libro reproduce.
Estas investigaciones y constantes artículos de Salinas y Ugaz les valieron ser condecorados con el Premio Nacional de Periodismo, otorgado por el Instituto Prensa y Sociedad, una organización sin fines de lucro que capacita y defiende a periodistas cuando enfrentan procesos legales, mientras que la Congregación para la Doctrina de la Fe en el Vaticano determinó que el SVC se declare en reorganización, lo que fue aceptado por el grupo religioso, aunque se produjo una controversia al dar a su fundador, Luis Figari, una penitencia de retiro y oración en Roma, Italia, poniéndolo casi fuera del alcance de la justicia peruana.
Paralelamente, la cadena katarí Al-Jazeera publicó un reportaje en el que ligaba al Arzobispado de Piura y Tumbes con la banda La Gran Cruz en un esquema de tráfico de terrenos que afectaron a la Comunidad Campesina de Castilla, lo que fue negado por la instancia eclesial.
El reportaje fue producido por unas veinte personas de la oficina de Al-Jazeera en Londres, Inglaterra, que tuvo como uno de los investigadores de campo al periodista Daniel Yovera (ahora en el programa Cuarto Poder) y como productora periodística Paola Ugaz. La sede mundial de esta cadena se localiza en Doha, Katar.
"El caso es que sus créditos nunca aparecen en el informe", apuntó Salinas al explicar por qué la periodista también habría sido implicada en una denuncia parecida.
Gran parte de periodistas y líderes de opinión peruanos mostraron su solidaridad con Salinas y Ugaz mediante las redes sociales.
ERP/N.Peñaherrera