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Jue, May

Arzobispo de Piura y Tumbes destaca heroicidad de Capitán FAP don José Abelardo Quiñones Gonzáles

Piura
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ERP. En un marco de gran solemnidad, monseñor José Antonio Eguren Anselmi, reconoció el valor histórico con ocasión del 75° Aniversario de la inmolación del Capitán FAP don José Abelardo Quiñones Gonzáles y Día de la Fuerza Aérea del Perú. La ceremonia se llevó a cabo en el Grupo Aéreo N° 7 de nuestra ciudad y contó con la presencia del Comandante General del Ala Aérea N° 1, General FAP Luis Miguel Tueros Manarelli y el Comandante del Grupo Aéreo N° 7 Coronel FAP Edar Echegaray Pacheco. 

El Arzobispo de Piura pidió a todos los aviadores militares presentes que: “no dejen la oración y la vida sacramental. Tomen el Evangelio como su código de conducta. A través de una vida de fe profunda tengan una relación personal de amistad con el Señor Jesús, quien por el misterio de la encarnación revela plenamente el misterio de quiénes somos y eleva las virtudes y los valores de la vida castrense llevándolos a su plenitud”.

"Nos hemos congregado esta mañana para enaltecer los méritos de uno de los hijos más queridos del Perú: El Capitán FAP José Abelardo Quiñones Gonzales, con justicia llamado “el guerrero del aire insuperable”, quien un día como hoy hace 75 años voló a la gloria al entregar su vida por nuestra amada Patria, el Perú. Su ejemplo, que es digno de ser imitado por todos los peruanos, constituye una inextinguible lección de patriotismo para nosotros y para las futuras generaciones de peruanos" indicó monseñor.

“Todo ser humano tiene en el camino su pedestal de héroe. El mérito consiste en que, llegado el momento, tenga el coraje suficiente para subir a él”, preciso para indicar que “El aviador, llegado el momento debe ir hasta el sacrificio”.

Ceremonia Fap01

"La heroicidad de Quiñones no fue improvisada. Su heroísmo no fue un acto o arrebato del momento sino fruto de su educación y formación, del cultivo de las virtudes y de los valores en el seno de su familia y de los colegios donde estudió. Su heroicidad se fue construyendo en primer lugar en su hogar cristiano y católico, formado por sus padres José María y Juana Rosa, en unión con sus hermanos José Salvador y Raúl Augusto. Junto con el hogar, colaboran en la formación de nuestro héroe las distintas escuelas donde estudió: La Escuela de Educación Inicial Juana Alarco de Dammert que dirigían las hermanas Elvira, Delia y Esperanza Bulnes. El Colegio Nacional San José de Chiclayo, cuyo director, Karl Weiss, al impulsar la actividad del vuelo en planeador fortaleció en Quiñones su amor por la aviación ya despertado en él por las hazañas de destacadas figuras de la aviación civil peruana, como Jorge Chávez y Juan Bielovucic. Y los colegios secundarios limeños de los Sagrados Corazones de la Recoleta y el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe. Es oportuno señalar que el Colegio de la Recoleta era un plantel regido por sacerdotes franceses que habían participado como capellanes durante la I Guerra Mundial. De ellos aprenderá Quiñones no sólo la disciplina sino sobre todo el amor a la patria, la valentía y el coraje" recordó el arzobispo de Piura en su alocución. 

 

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