ERP. La Superintendencia Nacional de Migraciones denegó el ingreso al Perú a cerca de 900 personas extranjeras que arribaron al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez durante el presente año, las cuales fueron reembarcadas a sus países de procedencia por incumplir los requisitos de ingreso o representar un riesgo a la seguridad del país.
La inadmisión es decidida por el inspector migratorio, tras una rigurosa evaluación de los requisitos de admisibilidad, el descarte de alertas, impedimentos y el perfilamiento de riesgos, luego de un control secundario del pasajero.
Las principales razones por las que fueron inadmitidas estas cerca de 900 persona extranjeras son por carecer de visa o pasaporte de viaje vigente, no cumplir con el perfil de turista, así como motivos de seguridad nacional, orden interno y/u orden público.
También, en menor medida, por tener un impedimento de ingreso al Perú o presentar documentación falsa, adulterada o intento de suplantación.
“El control migratorio se basa en el adecuado equilibrio de dos variables, la de seguridad y facilidad. Se trata de agilizar el tránsito de los pasajeros que visitan el país con fines lícitos, como el turístico; y de filtrar a quienes incumplen los requisitos o puedan representar un riesgo”, señaló el superintendente nacional de Migraciones, Armando García.
Con esa finalidad, detalló, Migraciones cuenta con diversas herramientas, como el Sistema de Información Avanzada de Pasajeros (APIS), entre otros mecanismos de intercambio de información, que le permiten interoperar con Interpol, la Policía y otras agencias internacionales para descartar en línea cualquier riesgo.
“Asimismo, los inspectores están debidamente capacitados para perfilar a las personas que puedan representar algún riesgo, detectar documentos adulterados o intentos de suplantación. Para estos casos contamos con una oficina del Punto Atenas, una red internacional de lucha contra la falsificación documental”, señaló.
En el caso de las puertas electrónicas o e-gates, estos equipos consultan al instante las diversas bases de datos, detectan de inmediato los documentos adulterados o no vigentes, y realiza la comprobación biométrica de los datos de los pasajeros con los incluidos en el chip de pasaporte.
Además, su uso está reservado solo para pasajeros nacionales y extranjeros residentes con Carné de Extranjería y calidad migratoria vigente, mayores de edad, y con pasaporte electrónico con una vigencia mínima de seis meses antes de su vencimiento.
La inadmisión de un pasajero no significa que éste quede detenido o haya cometido un delito, sino que en ese momento determinado no cumplió con los requisitos para ingresar a nuestro país que exige la norma y que aplica la autoridad migratoria. El reembarque a los países de procedencia corre a cargo de las aerolíneas.