ERP. La presidenta sucesoria Dina Boluarte Zegarra, salió al frente con un Mensaje de la Nación para reiterar la misma argumentación que mantiene Alberto Otárola, echando la culpa a terceros de la situación de violencia y conflictividad que mantiene paralizado a gran parte del país. Para la mandataria, toda la ola de protestas tendrían por finalidad capitalizar frente a futuras elecciones.
En tanto que consecuencia de la represión estatal han fallecido más de 45 personas y ha dejado imnumerables heridos, la presidenta trató de soslayar su responsabilidad y al contrario, centró culpas contra presuntosd azuzadores del extranjero; cuando en realidad, la protesta es nacional y el descontento nada tiene que ver con asuntos de esa naturaleza. Siguiendo la lógica gobiernista, ratificó que seguirá adelante y no retrocerá.
En su Mensaje a la Nación con voz trémula, pidió a los congresistas adelantar la fecha de las elecciones; asimismo, indicó que no renunciará a la presidencia de la República, repitiendo la monserga de su legitimidad, aunque más voces le piden que renuncie al cargo.
“No voy a renunciar; mi compromiso es con el Perú y no con ese grupo minúsculo que está desangrando a la patria”, manifestó en una expresión fuera de la realidad, considerando la multitud que protestó en Puno y en otras partes del país, quienes con voces de "Asesina" y pidiendo su renuncia mantienen una actitud de protestas para que se encuentre una salida. .
Enfatizó, nuevamente, que “esta presidenta no quiere quedarse en el poder”, y afirmó que su permanencia busca garantizar una transición democrática en el país, hacia un nuevo gobierno y un nuevo Congreso.
“Hoy estamos más fuertes que nunca, con un gabinete ministerial dispuesto a fajarse por el país”, manifestó la presidenta. Consideró también que “esta es una oportunidad histórica para tener una transición ordenada”.
Dirigiéndose a los dirigentes que promueven las protestas, la jefa del Estado pidió que estos sean sinceros con la población. En tal sentido, cuestionó que digan “mentiras” con una finalidad política y afanes electorales. Así, señaló que no se le ha dicho a la ciudadanía que ella, como Presidenta de la República, no puede cerrar el Congreso, sin que antes haya determinadas condiciones.
Pide decir la verdad
En cuanto al reclamo enarbolado por grupos opositores, de liberar al expresidente Pedro Castillo, la mandataria indicó que esto no es posible, pues “no soy juez ni fiscal”. Asimismo, señaló que una Asamblea Constituyente –otro de los reclamos que hacen sus opositores- “no se puede realizar de la noche a la mañana”, y citó como ejemplo el caso de Chile.
En otro momento de su alocución, la mandataria lamentó la situación que las protestas y disturbios vienen ocasionando en la vida y en las actividades económicas de la ciudadanía. “Pido perdón por esta situación”, dijo.
A los dirigentes que promueven las movilizaciones , les pidió también responsabilidad y condenar los actos de violencia que se vienen realizando. "¿Por qué no cuestionan las tomas de aeropuertos, los incendios de comisarías y de centros comerciales?", indicó.
“Entiendo y comparto su indignación; tu indignación”, manifestó, dirigiéndose a la población. “El Estado tiene una gran deuda con el país, y en especial con el Perú profundo”, admitió.
En ese punto, la presidenta de la República pidió a los peruanos y peruanas que “rechacemos la violencia”. Respecto las muertes de civiles y de un policía, consideró que deben efectuarse las investigaciones respectivas.