ERP. El ministro de Educación, Carlos Gallardo Gómez, dijo hoy que no renunciará a su cargo porque no tiene ninguna responsabilidad en la filtración del examen de nombramiento docente y que acatará la decisión que adopte este martes 21 de diciembre el Congreso sobre una moción de censura en su contra.
En una conferencia de prensa, Gallardo afirmó que las denuncias que señalan que su hija y la congresista Lucinda Vásquez vendieron la prueba son patrañas sin sustento montadas por sectores mal intencionados que solo buscan frenar los cambios que su gestión ha emprendido en el Ministerio de Educación.
“Nuestro objetivo es llegar al 1 de marzo con el 100 % de presencialidad para los escolares, y este tipo de denuncias e interpelaciones nos distraen de nuestro norte, pero estoy seguro de que la verdad se impondrá tarde o temprano”, afirmó.
Asimismo, señaló que cuando asumió el cargo en octubre habían retornado a clases 391,000 escolares y que el 15 de diciembre esa cifra llegó a 1’221,000, es decir, 830,000 estudiantes más, lo que significa un incremento de 100,000 por semana.
De otro lado, Gallardo sostuvo que el SUTEP es un sindicato que se ha alejado de los intereses populares y lo consideró “una seudo organización sindical” que se ha convertido en “un emporio económico y financiero al que ya no le interesa defender a los maestros, ni a la educación ni a los niños del Perú, sino defender solo sus intereses económicos afincados en la Derrama Magisterial”.
“Nosotros queremos democratizar la Derrama Magisterial y devolvérsela a sus legítimos dueños, los maestros, no queremos que siga siendo usufructuada por esta seudo organización de izquierda que se llama Patria Roja. Eso ya no es un sindicato, es una isla mercenaria, una isla de gente que está corrompida hasta el tuétano, y esa situación de la Derrama no la vamos a permitir más”, afirmó.
Al referirse a la reforma universitaria, señaló que se ha querido tergiversar su posición y que su gestión apuesta por la calidad de la educación superior universitaria y por la vigencia de la SUNEDU, pero como toda institución, la SUNEDU tiene que redefinirse y mejorarse.
“Decir esto no significa volver atrás en la historia y estar con la Asamblea Nacional de Rectores, de ninguna manera. Estamos a favor de la calidad de la educación superior, estamos por la vigencia de la SUNEDU, pero de una manera mejor, para que se respete la autonomía universitaria y se atiendan las quejas y denuncias que hay en varias universidades”, anotó.
Gallardo manifestó que esta preocupación por la educación superior, la educación básica y por devolverles a los maestros su patrimonio de la Derrama Magisterial es justa y correcta, pero pretende ser satanizada y estigmatizada por quienes quieren mantener en el Ministerio de Educación privilegios y gollerías y una influencia que no es positiva, y por eso inventan historias para mantener ese status.
“Cualquiera que sea mañana la decisión del Congreso, nosotros vamos a seguir trabajando por la educación nacional y por los 8 millones de escolares que el próximo año retornarán a las aulas”, concluyó Gallardo.