ERP. El mundo observa absortó la situación del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien se apresta a presentarse ante la justicia para cumplir una condena de 12 años de prisión y lo hace hablando a una multitud y acompañado de los principales líderes del Partido de Los Trabajadores del Brasil.
Lula da Silva, salió al balcón, habló con serenidad y con tranquilidad, expuso la realidad que vive su país, y en cada momento los vítores de la multitud le repetían ¡Presidente!. Antes de ello participó en una misa en honor a su difunta esposa y escuchó con la misma actitud las palabras del obispo.
Lula da Silva se ha puesto a disposición de la justicia
¡Lula Vive! Se repitió hasta el cansancio en la tarima ubicada en los exteriores del Sindicato de Metalúrgicos de Sao Bernado do Campo, organización gremial donde ejerció el expresidente liderazgo primero como dirigente y después como candidato a la presidencia del Brasil. En realidad, los momentos son de mucho sentimiento, pero igualmente de mucha tensión.
En el mismo estrado se encuentra Dilma Rousseff, igualmente defenestrada del cargo meses antes. Luiz Inácio Lula da Silva, cree que su condición actual es el resultado de la derecha que no quiere verlo presidente otra vez en el mes de octubre. Los canticos religiosos tampoco estuvieron ausentes en su disertación que fue transmitida por sus partidarios.
Lula da Silva acompañado de Dilma Rousseff
Lula da Silva, debe ingresar en prisión para cumplir una condena de 12 años que ratificó en enero un tribunal de Porto Alegre (sur de Brasil). El exmandatario debería haberse presentado antes de las 17.00 del último viernes, pero él permaneció en el interior del sindicato, protegido por sus aliados y por miles de simpatizantes.
La información que tiene la Policía Federal y del Partido de los Trabajadores es que tras la misa se procederá a entregar. Es una oportunidad para un baño de popularidad, que le sobre en exceso a Luiz Inácio Lula da Silva, un expresidente valorado por los resultados para disminuir la pobreza en el país más extenso de América Latina.
Después de participar en la multitudinaria actividad, Lula da Silva, procedió a agradecer a quienes le acompañaban y luego manifestar que estaba listo y a disposición de la justicia. Creo en la justicia ha manifestado y luego se ha despedido con gran emoción. Ha clamado durante toda su intervención su inocencia, pero tampoco quiere desoír lo que dice la justicia.
"Soy el único ser humano procesado por un departamento que no es mío", se defendió. luego agregó "Voy a cumplir con el mandato de ellos", tras reiterar por última vez que es inocente.