ERP. Los cuerpos de 70 de las víctimas del accidente aéreo en Colombia, la mayoría jugadores del club de fútbol brasileño del Chapecoense, que iban a disputar la final de la Copa Sudamericana, empezarán este viernes el viaje de vuelta a casa.
A las 16h locales, comenzará el traslado en tres vuelos diferentes de 50 brasileños fallecidos. A la misma hora, en aviones privados, saldrán hacia Brasil los cuerpos de los 14 periodistas que viajaban junto a la plantilla para cubrir la final del torneo continental frente a Atlético Nacional, añadió el ministerio.
"Lo que más se quiere ahora es salir para casa, llevar a nuestra casa a nuestros amigos y hermanos, porque la espera es la peor cosa que se tiene", dijo Roberto Di Marche, primo del directivo del equipo brasileño Nilson Folle Junior, fallecido en la tragedia que ha conmovido al mundo entero.
El cuerpo de un ciudadano paraguayo fue el primero en abandonar Colombia el jueves en un vuelo comercial de Avianca, según informó el ministerio.
Los cadáveres de los 71 fallecidos fueron preparados para su repatriación por cuatro funerarias de Medellín durante casi dos días.
La ciudad del equipo, Chapecó, en el sur de Brasil, se preparaba mientras tanto para un velatorio masivo en su estadio, el Arena Condá, previsto para el sábado.
El escenario deportivo tiene una capacidad para 19.000 espectadores, por lo que el club habilitará pantallas gigantes en los alrededores porque estiman que al lugar se acerquen unas 100.000 personas.
"Pronto con sus familias"
Los cuerpos serán trasladados desde Medellín hacia Rionegro, donde en distintos centros médicos se encuentran recluidos los seis sobrevivientes, en unas 35 carrozas fúnebres, dijo Juan Tavera, gerente de Funerarias Nazareno, una de las encargadas en preparar los cadáveres.
Hicimos "un gran esfuerzo para que vayan pronto con sus familias", aseguró Tavera, que participó la noche del jueves en la misa organizada por la Funeraria San Vicente, la principal de Medellín, en honor a los fallecidos y a la que asistieron familiares de las víctimas.
Las autoridades colombianas, en coordinación con expertos internacionales, continuaban la investigación de las causas del accidente, que apunta a una falta de combustible en la aeronave y cuyo informe final puede tardar hasta seis meses.
El Gobierno boliviano suspendió el jueves la licencia de la compañía Lamia y destituyó a altos funcionarios del control aeronáutico del país.
Según el representante de Lamia, Gustavo Vargas, la aeronave incumplió el plan de reabastecerse de combustible en Cobija, ciudad boliviana fronteriza con Brasil, o en Bogotá.
El trágico choque cortó las aspiraciones del modesto Chapecoense, un club fundado hace 43 años y que trepó deportivamente desde 2009 hasta alcanzar la final de la Sudamericana, el segundo torneo continental por detrás de la Copa Libertadores, una instancia que no pudo disputar. (Andina)