ERP. El acuerdo de Paz con las FARC promocionado por el gobierno de Colombia y apoyado incluso por el presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski, entre otras personalidades, recibió un rotundo "no" por parte de los colombianos, quienes fueron convocados a las urnas, para que se ratifiquen los acuerdos adoptados y que implicaban grandes concesiones a los violentistas con la finalidad de lograr la paz en este país.
La opción contraria a los acuerdos de paz, alcanzados entre el Gobierno y las FARC, se impuso por una diferencia de poco más de sesenta mil votos. El 50,23 por ciento de los votantes no aceptó las concesiones que un 49,76 estaba dispuestos a ceder, con tal de jubilar a la guerrilla más antigua del continente.
El Presidente, Juan Manuel Santos, perdió anoche todo su capital político. La derrota frente a su gran apuesta por la paz le deja seriamente herido para los dos años que le quedan de Gobierno. La población no entendió -o entendió demasiado bien- lo que había en juego en el plebiscito. La idea de intercambiar impunidad por abandono de las armas, fue desterrada. Los colombianos quieren paz pero no a cualquier precio, fue el primer análisis que resulta de este resultado.
El alcance de esta decisión coloca a Colombia en una situación en extremo delicada. El país está partido en dos. Las FARC tendrá que decidir ahora si siguen negociando la paz (como sugerieron hace unos días) o vuelven al monte. La senda del desarme, la reconciliación y el principio del fin de la violencia guerrillera del grupo armado más antiguo del continente, quedó bloqueada con el voto de la mayoría de los colombianos.
Las palabras de Santos por la mañana, al recordar a Ghandi, cayeron en saco roto. «No es el camino la paz sino la paz es el camino», reclamó el presidente que tuvo al alcance de la mano lograr lo que en seis ocasiones anteriores no pudo ningún Gobierno de la historia de Colombia.
Marginado por buena parte de los medios de comunicación, Álvaro Uribe fue el triunfador de la noche. «La paz es ilusionante, los textos de La Habana, decepcionantes», había reiterado antes de votar. El ex presidente se manifestó a “favor de seguir negociando” y en contra de unos acuerdos hechos a medida para las Farc.
El desconcierto en el que quedó sumido el Gobierno y la comunidad internacional que había apoyado sin fisuras el proceso resulta difícil de explicar. La ONU, con sus fuerzas de paz desplegadas, la UE y EE. UU y hasta el Vaticano quedaron descolocados. Lo mismo sucedió con los que hasta última hota tenían esperanza.
La situación de Juan Manuel Santos y sobre lo que podría presentarse en los próximos días es indeterminado y podría sumir a Colombia en una situación delicada.
Conozca el acuerdo que se rechaza con esta decisión histórica