ERP. Es un hecho, Perú es una tierra de futbolistas y ha producido algunas de las estrellas más importantes en pisar una cancha. La pasión con la que se vive el fútbol es factor determinante en la cantidad y calidad de estrellas que se exportan, y uno de esos talentos es Claudio Pizarro, quien recién acaba de terminar su carrera el pasado mes de julio militando en el Werder Bremen.
Si bien Pizarro nunca tuvo la oportunidad de representar a Perú en una Copa del Mundo, sí puso el nombre del país en alto a nivel de clubes, especialmente en la Bundesliga. Y no es poca cosa, el fútbol europeo se sigue de cerca en Perú, en especial para las apuestas deportivas, las cuales despiertan bastante interés. Uno de los sitios más populares para seguirlas de cerca es el portal de casino y apuestas: Casinosperu.pe, en donde se pueden encontrar análisis de diferentes sitios de apuestas y la mejor información para apostar en la UEFA Champions League y las ligas top del Viejo Continente.
Sus inicios
La historia de Pizarro comenzó en Surco, un distrito de la majestuosa Lima. Desde el seno familiar se le inculcó la pasión por el deporte, y desde joven mostró interés por el atletismo, el tenis, y el baloncesto; pero sin duda fue el fútbol el que más pasión le despertó. A los trece años ingresó a las inferiores de la Academia Cantolao y cuatro años más tarde firmó con el Deportivo Pesquero, en donde en dos años anotó once goles en poco más de cuarenta partidos.
Esto llamó la atención de varios clubes, y fue el Alianza de Lima el club que le dio la confianza para ser estelar en el máximo nivel del fútbol de Perú. A sus dieciocho años, en 1997, firmó con el club capitalino y a lo largo de dos temporadas anotó veinticinco goles. Esto lo puso en el radar de los equipos de Europa, y fue el Werder Bremen el club que se lo llevó al otro lado del Océano Atlántico. Pizarro cayó de maravilla en el equipo, le dieron la número diez y se convirtió en ídolo con treinta y ocho goles en dos años.
Del Werder Bremen al Bayern Múnich
Era inevitable que luego de semejante actuación Pizarro fichara con un club grande, y fue así como pasó al Bayern Múnich en el verano del 2001. El impacto de Claudio fue inmediato y lo ganó todo con los bávaros, estamos hablando de la Copa Intercontinental, la Bundesliga, la Copa de Alemania, y la UEFA Champions League. Este éxito lo convirtió en un ídolo en Perú, un modelo a seguir, quien además revalorizó al futbolista peruano ante los ojos del resto del planeta.
Para finalizar su carrera, Pizarro volvió a donde fue más querido, en el Werder Bremen, que de paso salvó la categoría en la última fecha. La ilustre carrera de Claudio le abrió las puertas de Europa a generaciones de futbolistas que venían detrás, pero su talento, rebeldía, y constancia hablan por sí solas. Muy difícilmente tendremos a otro Pizarro pronto, por eso no queda más que seguir disfrutando sus logros y las alegrías que le dio al pueblo de Perú.