ERP. Durante muchas décadas la industria de los juegos de azar ha operado de manera esquiva en un estado de alegalidad aparente. Las primeras medidas tomadas por el gobierno del Perú se remontan a 1979, cuando se dictó mediante decreto ley cual sería el funcionamiento de los casinos de juego. No obstante, no fue hasta 1990 cuando se legalizó la explotación de máquinas tragamonedas en Perú.
Dichas leyes pudieron haber funcionado en su momento, pero lo evidente es que a medida que han evolucionado la industria, la tecnología y los hábitos de consumo del jugador, la legislación ha tenido que irse adaptando las nuevas realidades de un mundo siempre cambiante. Si comparamos la legislación peruana en este sentido, no podemos afirmar que se trate del mejor marco regulatorio que existe, pero se debe reconocer que en los últimos años se han dado muchos pasos en positivo para la regulación de este sector, hasta convertirse en una de las mejores regulaciones del juego presencial en toda Latinoamérica.
La década de los 2000 sirvió para afianzar, fortalecer y crear nuevas resoluciones re-ordenatorias sobre la explotación de salas de juegos, casinos y máquinas tragamonedas. También se crearon instituciones como Dirección General de Juegos de Casino y Máquinas Tragamonedas (DGJCMT). Por otro lado, en la década de 2010 se volvió prioritario el crear un marco legal que persiguiera las actividades que fomentaran enfermedades como la ludopatía al ser una patología habitualmente asociada al sector de los juegos de azar. Es, por tanto, importante no sólo que exista regulación que garantice el cumplimiento de las normas en cuanto a fiscalidad y competencia, sino que también es de vital importancia hacer de obligatorio cumplimiento el fomento de los hábitos de consumo saludables y de juego responsable.
Sólo con una regulación sólida se pueden perseguir las malas praxis de establecimientos y operadores. Y es que esta industria siempre se ha visto rodeada por un halo de clandestinidad fomentada por una serie de empresarios de ética laxa que durante muchos años han aprovechado agujeros en el sistema para hacer negocio sin ningún tipo de escrúpulo.
La DGJCMT, en su informe emitido en 2019 ha desglosado todas las operaciones que han venido realizando en los últimos años contra todo tipo de mafias y establecimientos que operaban al margen de la ley. Entre los años 2007 y 2018 se han comisionado y destruido miles de máquinas tragamonedas tanto para adultos como para menores que operaban de manera ilegal.
El próximo reto para El Perú es el de avanzar hacia el inicio de una regulación específica para las tragamonedas online y otros juegos de azar en línea. En la actualidad la legislación vigente no prohíbe esta actividad ni a operadores ni a jugadores, no obstante, no existe una norma concreta que regule esta modalidad de juego como ya han hecho otros países como España o Colombia. Por este motivo es muy importante que los jugadores se aseguren de ingresar en sitios web con garantías de juego seguro y certificados de transparencia y consumo responsable. El gobierno peruano ha reiterado que están trabajando en una legislación específica para los juegos de azar en línea, por lo que habrá que permanecer atentos a los cambios que se produzcan y en cómo afectarán a una población con cada vez más acceso a internet.