ERP. El escaso manejo de conceptos financieros de parte de las personas es uno de los principales factores que dificultan el avance de la inclusión financiera, de acuerdo a diversos estudios realizados. La elaboración de estrategias nacionales para impulsar la educación financiera, ha sido una tarea que ha sumado esfuerzos de gobiernos, organizaciones sin fines de lucro y otras empresas del sector privado.
En su nueva edición de ASBANC Semanal, el Área de Estudios Económicos de la Asociación de Bancos del Perú, explica el desarrollo e impacto que tuvo una de las iniciativas, promovido por entidades del sector bancario, que busca educar a estudiantes en temas financieros.
“Finanzas en mi colegio” es el nombre del proyecto piloto a gran escala que se implementó en 150 escuelas públicas en el Perú durante el año académico 2016. A través de esta iniciativa, se ofreció lecciones de educación financiera a estudiantes en los últimos tres grados de secundaria en seis regiones del país. Ello implicó la capacitación de cerca de 31,000 estudiantes y 370 docentes. Este esfuerzo se realizó gracias a una alianza entre el Ministerio de Educación (Minedu), la Superintendencia de Banca, Seguros y Administradoras de Fondos de Pensiones (SBS) y la Asociación de Bancos del Perú (ASBANC) a través de su Centro de Estudios Financieros (CEFI de ASBANC). Este grupo de instituciones desarrolló cuadernos de trabajo diferenciados para los estudiantes de cada grado y una guía para los maestros. Más adelante, la Asociación Peruana de Empresas de Seguros (Apeseg) se unió, brindando apoyo en el monitoreo en el 2016.
Las lecciones brindadas para los alumnos del tercer grado de secundaria se enfocaron en la intersección entre necesidades y recursos y la elaboración de presupuestos. En cuarto grado, se inculcó sobre los productos y servicios financieros, mientras que el currículo para quinto grado cubrió los tópicos de consumidor financiero responsable y acceso a información en mercados financieros. Entre los jóvenes de tercer año, se logró fomentar el uso de presupuestos y la comparación de precios antes de comprar. Además, se incrementó la autonomía financiera y se fomentó el regateo de precios antes de comprar entre los alumnos de quinto año. Así, se observa una reducción general en el porcentaje de gasto dedicado al entretenimiento y la compra de ropa.
Se fomentó el regateo de precios antes de comprar entre los alumnos de quinto año
El impacto de “Finanzas en mi colegio” fue exitoso ya que se modificó el patrón de gastos y comportamiento de los estudiantes. Asimismo entre los docentes, se observó una mayor tasa de ahorro, explicada principalmente por una mayor inclinación por el ahorro formal. A modo de conclusión, este programa piloto es un primer paso para el impulso de la inclusión financiera, una iniciativa que debería replicarse en todo el Perú.