ERP. Durante la audiencia de segunda instancia, este lunes la empresa Enel reafirmó que el ducto que abastece de gas natural a la Central Térmica de Malacas es de su propiedad desde 1996 y que no puede ser transferido a Gastalsa ni a ningún concesionario de gas. La defensa legal de la compañía enfatizó que dicho ducto no sirve para el proceso de masificación, sino solo para alimentar la central de generación eléctrica.
A lo largo de la audiencia, los magistrados de la Sala Civil de Sullana escucharon a todas las partes involucradas en esta demanda iniciada por Gastalsa contra el Estado peruano: Gasnorp, Gastalsa, Osinergmin, el Minem y Enel. Ahora le corresponde a la Sala resolver en atención a los argumentos expuestos por las partes. Como se recuerda Gastalsa busca que el Estado peruano le devuelva la concesión para distribución de gas en Pariñas (Talara). Dicho proceso legal también incluye la transferencia forzosa del ducto de gas natural de uso propio que abastece de este hidrocarburo a la central térmica de Malacas, en Talara, que es propiedad de Enel desde 1996.
Impactos ante un posible cierre de la central
El cierre de Malacas provocaría la pérdida de alrededor de 400 puestos de trabajo asociados a la operación de la central térmica, que incluye contratos con empresas contratistas que ascienden a unos 20 millones de soles anuales. De igual manera, se cerrarían los programas sociales en salud, educación y medio ambiente que Enel viene desarrollando en la región y que tiene más de 15 mil beneficiarios en Talara. E inclusive se perdería el aporte que realiza la empresa al fisco por el pago de impuestos, monto que alcanza los 14 millones de soles al año.
El cese de operaciones de la central también obligaría a los principales operadores petroleros de la región a reducir significativamente sus actividades extractivas y, en el extremo, cerrar sus operaciones en el corto plazo, ya que no sería sostenible que venteen o quemen volúmenes tan grandes de gas natural no comercializado, dado que tienen una capacidad limitada de reinyección. “Esto generará también un problema medioambiental. Son 25 millones de pies cúbicos de gas natural al día los consumidos por Malacas. Una gran parte de esta cantidad de gas sería liberada al ambiente o quemada hasta que los productores logren reestructurar sus operaciones”, explicó Luis Chiok, Jefe de la Central Malacas.