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Dom, Dic

Jueza Wendy Peralta: hay que detener la violencia en las aulas y respetar la dignidad del niño y adolescente

Sullana
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ERP. La jueza del Primer Juzgado de Paz Letrado de Sullana Dra. Wendy Leonor Peralta Flores expresó la necesidad de frenar la llamada espiral de violencia desde las aulas para fomentar el respeto de la dignidad de la persona humana.

La magistrada brindó una charla sobre Acoso Escolar a alumnos de 2do grado de Secundaria de la I.E. “Javier Pérez de Cuéllar”, actividad programada por la Corte Superior de Justicia de Sullana, a través del programa “Acceso a la Justicia de Personas en condición de vulnerabilidad y Justicia en tu Comunidad”, que tiene como coordinadora a la jueza de Familia Dra. María Elvira del Rosario Alvarado Reyes.

En forma didáctica Peralta Flores precisó que nos enfrentamos a un continuo y deliberado maltrato que recibe una persona de otra u otras, cuyo comportamiento violento (físico, verbal o psicológico), tiene como objetivo disminuir la autoestima de la víctima a fin de poder someterlo. Dicha violencia suele ser progresiva, es importante saber identificarla.

Patrón de vida

La jueza añade que si la víctima no reacciona, asumirá que debe recibir en su vida este tipo de vejámenes, cualquier persona pisoteará su dignidad y este patrón de vida lo llevará a su juventud, su adultez y la familia que forme, pudiendo desencadenar reacciones muy graves con hechos lamentables de violencia familiar.

En el acoso escolar hay un agresor, una víctima y un observador. Es preciso cortar la espiral de violencia, porque la víctima sufre un rápido deterioro de la autoestima, sentimientos de ansiedad, depresión, fobia escolar e intentos de suicidio, con repercusiones negativas en el desarrollo de la ´personalidad, socialización y salud mental en general.

Si es que no tiene una actitud asertiva el niño o adolescente, el observador (sus compañeros) deben intervenir o denunciar estos hechos ante los profesores o sus padres, ya que se corre el riesgo de insensibilizarse ante las agresiones cotidianas y de no reaccionar a las situaciones de justicia en su entorno, recalca la Dra. Wendy Peralta

El agresor

Las conductas violentas del agresor pueden hacerse crónicas al ser la forma de alcanzar sus objetivos, lo cual puede desencadenar en: conductas delictivas, violencia conyugal y violencia familiar.

La magistrada concluyó que el valor de una persona no es su dinero, su posición, su fuerza, su inteligencia o capacidad que pueda tener, sino en su dignidad como ser humano, por ello toda persona tiene derecho a una integridad física y psicológica.

 

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