ERP. El Jurado Nacional de Elecciones después de superar obstáculos legales presentados por la organización política Fuerza Popular, procedió a proclamar como Presidente Constitucional de la República para el periodo 2021-2026 al profesor José Pedro Castillo Terrones, quien postuló con el partido político Perú Libre. Su triunfo, es un reconocimiento al peruano del Perú profundo.
El flamante presidente de la República, es natural del distrito de Tacabamba provincia de Chota, departamento de Cajamarca; nació el 19 de octubre de 1962 y cumplirá en pleno mandato 52 años de edad. Es profesor de educación primaria graduado en el Instituto de Educación Superior Pedagógico Público “Octavio Mata Contreras” de la provincia de Cutervo del mismo departamento.
Se casó en 1999 con la profesora Lilia Ulcida Paredes Navarro y tienen 3 hijos Alondra, Jennifer y Arnold. Debido a la forma tradicional de ejercer la primera magistratura, es posible que se trasladen hacia Lima, para residir transitoriamente en Palacio de Gobierno, salvo que adopten la frugalidad del expresidente uruguayo Pepe Mujica, del cual es admirador.
Lilia Paredes Navarro, esposa del presidente electo, Pedro Castillo; junto a sus hijos | Foto: Andrés Valle /Agencia Andina.
A nivel universitario, realizó su complementación académica en la Universidad Privada César Vallejo, obteniendo el grado de bachiller en Educación, encontrándose pendiente la obtención de su título profesional. Además, realizó estudios de post grado en la misma universidad, obteniendo en el 2012 el grado de maestro en Psicología Educativa.
Castillo Terrones, es un maestro de escuela rural y quizá es lo más simbólico en esta elección, pues pertenece a un sector muy vilipendiado a través de los tiempos, pese al apostolado que significa formar nuevas generaciones. Desde el año 1995 se desempeña como docente en la Institución Educativa 104565 del centro poblado de Puña, en el distrito de su nacimiento.
Para el Econ. Juan Manuel Aguilar, la procedencia rural de Pedro Castillo le permite comprender mejor la ausencia del Estado y del mercado; ser parte del sector Educación, lo condiciona para plantear su mejora y por ende se convierta en la locomotora del cambio en el país; su experiencia sindical es posible le facilite las herramientas para la negociación política. Adicionalmente, indica el analista, que “Al no depender de los poderes fácticos, del estatus quo peruano, es otra ventaja, diríamos que no les debe favores y por tanto puede impulsar reformas significativas como la lucha contra los oligopolios”.
Aunque han pretendido tildarlo de comunista, el profesor Castillo militó en el partido Perú Posible desde los años 2005 hasta el 2017. En su expectativa de postular a la presidencia de la República se inscribió en el Partido Perú Libre, una membresía que le ha permitido descollar en todo el país. En el Perú, se debe decir, los partidos no tienen institucionalidad sólida y solo son formalidades para fines electorales.
Tuvo una presencia mediática como líder sindical. Según el exministro de Educación Nicolás Lynch “(…) la huelga magisterial del 2017 en el Perú, que fue liderada por Pedro Castillo Terrones, un maestro de escuela primaria rural, que encabezó una gran lucha sindical contra la reforma neoliberal del sector educación que lleva adelante hace una década un grupo de tecnócratas apadrinados por el Banco Mundial. En su momento esta huelga fue denostada por todo el orden establecido, incluida alguna izquierda desorientada, que denunció a Castillo como terrorista y opositor a la “modernización” que supuestamente se llevaba adelante en educación”.
Los señalamientos de terrorista, comunista, marxista leninista, tampoco estuvieron ajenos en la campaña electoral. Esta situación se acrecentó, cuando de manera sorprendente escaló al primer lugar en la primera vuelta, sepultando a otros candidatos que de acuerdo a las encuestas estaban mejor posicionados. En el balotaje, para los opositores, decir Pedro Castillo era sinónimo de comunista o terrorista. Estas afirmaciones fueron negadas en reiteradas oportunidades.
El Perú un país donde prima el sincretismo, diverso en lo étnico y en lo cultural, tiene la gran oportunidad de ser gobernado por un hombre que nace de la cordillera cajamarquina y que triunfó gracias al voto ciudadano del Perú profundo de Puno, Pasco, Cusco, Huancavelica, Junín y otros, donde late desde hace lustros una esperanza de cambio e igualdad entre peruanos y peruanas.
Pedro Castillo, ejercerá el más alto cargo de la nación desde el 28 de julio del 2021. Juramentará ante el presidente del Congreso de la República y luego procederá a dar su primer mensaje a la Nación, donde se encontrarán los lineamientos de su gobierno y compromisos que marcarán sus 5 años. Debido a lo sucedido en el último lustro, obliga a ser esmerado en lograr el consenso necesario para que cumpla su mandato de 5 años.
El antropólogo Manuel Hidalgo León opina que “El valor central de José Pedro Castillo Terrones es que representa lo más profundo del pueblo peruano, es una apuesta por una representación serrana, mestiza y rural. Es un presidente electo, con un perfil personal y profesional totalmente opuesto al tipo de presidentes electos que los clásicos partidos políticos ofrecieron en las últimas décadas”.
