ERP. Durante el gobierno de Ollanta Humala, el poder fáctico en cierta medida es ejercido por la esposa Nadine Heredia. Son recurrentes los hechos que así lo demuestran y las fobias y filias que generan. Los ávidos de encumbramiento, saben la dirección y ubicuidad del poder y van para él cumpliendo roles asignados o voluntariamente decididos. Gustavo Pacheco se declaró "escudero" de Alejandro Toledo; Ana Jara funge de defensora acérrima de Nadine Heredia.
Pero quién es Gustavo Pacheco y quién Ana Jara?. Gustavo Pacheco era y es un político, que podría ser extravagante, pero se evidenciaba en él una amplia cultura. Se formó en Perú, pero posteriormente estudió becado en España. Es abogado graduado en la Universidad San Martín de Porras y doctorado en Derecho Económico y Cooperación Internacional, en España.
Ana Jara también es abogada y según su hoja de vida ejercía antes de llegar al Congreso el cargo de notaria. Su pre grado lo hizo en la Universidad Nacional de San Luis Gonzaga de Ica y menciona que tiene maestría y doctorado. No se percibe de ella, una formación holística y sus discursos son pobres; sin embargo, en el rol de defensora, es viperina y asertiva para agradar a su defendida.
La misión de Ana Jara nos lleva a buscar una sinonimia. Gustavo Pacheco, otrora congresista se declaró "escudero" de Toledo y no dudó en usar su verbo y sus costumbres españolas para salir en defensa del ex presidente. Escudero es aquel que servía a los grandes señores de la época antigua. Evidentemente que Ana Jara no se ha declarado "escudera" de Nadine Heredia, pero si es su adlátere y además una contumaz y virulenta defensora.
Sin embargo, buscando entre conceptos y roles, no se trata de ser o no escudero, de ser o no defensora; sino encontrar imágenes de aquello que se parezca más a la realidad. Ana Jara, sin duda es una gran cancerbera. La simulación del concepto tiene sus razones y evidencias. Si se hace un seguimiento de sus dichos y hechos desde que pidió a Marisol Espinoza que renuncie, no se ha detenido en hacerse notar como la más cercana de la esposa del Presidente.
Ana Jara, de pronto y desde el 2011 es la engreída de Palacio de Gobierno. Es una defensora acérrima de todo y quizá por ese rol, una mutante ministra. Ingresó al gabinete, también lo es congresista, lo hizo en el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social, el cual cambió de denominación después a Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. Desde el Ejecutivo, siempre se encuentra presta para defender a Nadine Heredia o a Ollanta Humala.
En el 2012, Ana Jara tuvo la osadía de pedir la renuncia de Marisol Espinoza Cruz. La tímida e introvertida Marisol, quien por su amistad con Nadine Heredia llegó al Congreso y en la segunda oportunidad a la vicepresidencia, quizá esperó mucho más de lo que realmente ha logrado en lo político y mostró discrepancias con la forma de adoptar decisiones por parte de Ollanta Humala.
Según los análisis del momento, al pedir a Marisol Espinoza que "dé un paso al costado" Ana Jara estaba hablando por interpósita persona y esa interpósita era Nadine Heredia, quien vivía un júbilo juvenil al verse envanecida por los resultados de las encuestas. En tanto, es lógico deducir que las sombras le perjudicaban y Marisol Espinoza en su calidad de Vicepresidenta podría ser esa luz que podría opacarla.
El asunto se superó, aunque la piurana acentuó su incomodidad. Marisol Espinoza, es vicepresidenta, pero no tiene despacho en Palacio de Gobierno; reemplaza muy obediente a Ollanta Humala y no desafía el poder de Nadine Heredia. Tampoco hace critica al Ministro Luis Miguel Castilla, de quien anteriormente dijo "es indiferentes a atender las demandas del pueblo". En este caso, aparentemente la conveniencia ha llevado al status quo de estas dos nacionalistas.
En estos momentos y tras la renuncia de César Villanueva Álvarez, se profundiza respecto al rol que cumple Nadine Heredia en el seno del Ejecutivo. Sin embargo, se dice poco o nada de aquellos, que saben por dónde va el poder y se convierten en los adulones del momento; al mejor estilo de Ricardo Palma repiten sin cesar "Chi cheñó" o "chi cheñora"; ciegan a los gobernantes y a su entorno envanecido por el poder y en aras de una verdad a medias reinan y obtienen cargos o prebendas personales.
Quienes así actúan se podrían llamar, escuderos a la usanza antigua; cancerberos usando el verbo deportivo, o simplemente adulones, para ser más actual. Son cosas del poder aquí y en el mundo entero y en todos los tiempos.
{youtube}nzk13MPa0w0{/youtube}