ERP. A Sthefany Sánchez Castro algunas personas le dicen que los niños —a los que ella les enseña a cuidar el planeta— podrían olvidar lo aprendido cuando sean grandes y que, probablemente, en el futuro también arrojen basura a la calle y a los ríos. “No creo que eso suceda porque este aprendizaje se les queda como un valor: cuidar el medioambiente es esencial. El ecoladrillo que los niños han construido está en el parque donde ellas y ellos juegan, algún día lo verán y dirán: ‘¡Yo lo hice!’”, responde la joven, quien viene implementado un proyecto en Piura para proteger el medioambiente.
“Me gusta trabajar con niños. En ellas y ellos puedo ver un impacto mayor. Tienen más conciencia ambiental que un adulto. Cuando crezcan van a cuidar nuestro medioambiente”, dijo Sthefany, quien recibió capacitación sobre la elaboración de ecoladrillos (hechos de material plástico) y luego, a su vez, ella capacitó a otros voluntarios, quienes enseñaron a los niños esta técnica. Están construyendo juntos un parque recreativo con este material en un asentamiento humano del distrito de Castilla. “Un lugar para jugar, con bancas, áreas verdes donde antes no existía algo similar”, informó la joven talento.
Sthefany, de 22 años, es la presidenta del voluntariado Ciencias del Medioambiente (CIMA) y está concluyendo la carrera de Ingeniería Civil en la Universidad de Piura (UDEP), sede Piura, con la Beca 18 del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación. Desde el 2019, inició esta labor de dar su tiempo para aportar en el bienestar de su comunidad con “Una carta, dos corazones”, donde se escribieron y compartieron mensajes de aliento para personal médico y pacientes afectados por la pandemia.
En 2022, la joven, natural de Catacaos, fue nombrada presidenta de CIMA, que cuenta con 57 voluntarios, jóvenes como ella, que realizan actividades que buscan crear conciencia ambiental y contribuir con la recuperación del planeta. Con proyectos de arborización, limpieza de ríos y educación ambiental para personas de todas las edades en la región Piura, pero especialmente para los más pequeños que tienen una gran capacidad para aprender.
Una de sus iniciativas que más éxito ha tenido es el proyecto #Rcicla+. Con él han logrado instalar ocho estaciones de reciclaje en la provincia de Piura, material que luego es recolectado por los trabajadores de la municipalidad provincial para que puedan aumentar sus ingresos económicos. Y he aquí lo especial: “Nosotros, los voluntarios, hacemos el mantenimiento”, enfatiza Sthefany, y es que algunas personas desmantelan los recipientes, se los llevan o botan basura no apropiada. El cuidado genera que el reciclaje sea realmente eficiente.
#Rcicla+ ha ganado fondos económicos de empresas privadas y en alianza con organismos públicos han logrado impactar en la población piurana. Para Sthefany es importante que el mensaje esté calando. “Hay problemas medioambientales. El agua no es para siempre. Tenemos que conservar este recurso. Tenemos que dejar de contaminar. Cuidar nuestro planeta es cuidarnos a nosotros mismos”, señaló, al tiempo de precisar que no buscan recolectar grandes cantidades de plástico, porque a la par los talleres buscan reducir su uso en las personas.
¿Y de dónde le viene a Sthefany esta vocación por cuidar al prójimo, a los árboles, a los ríos y a nuestras ciudades? Ella tenía cinco años cuando su papá, maestro de construcción, la llevó a una obra y la sentó en unos ladrillos. “Me dijo: ‘Quédate aquí, tranquila, no te muevas’”. En ese momento comprendió la gran responsabilidad que él tenía para cuidarla a ella; y que, si llegaba tarde y cansado a casa, era porque “lo hacía por nosotros”.
Sthefany sintió esa conexión de darte a los demás. “Mi papá luchó por su sueño y, aunque no tuvo los recursos económicos para estudiar una carrera, siempre se ha capacitado. Yo también me doy cuenta que con mis conocimientos puedo ayudar a otras personas. A él le pregunto: ‘Papi, ¿es verdad esto?’, porque sabe bastante, conoce su trabajo”, dijo la joven que pronto será ingeniera civil y es el orgullo de su comunidad.