ERP. ¡Vivir para contarlo! Piura centró todas sus medidas de prevención en evacuar a las poblaciones del Bajo Piura y otras ribereñas, pero sus autoridades obviaron los impactos que podría ocasionar el río Piura en las ciudades de Piura y en Castilla. Las aguas se salieron a las calles, siguieron el cauce e inundaron todo el cercado de Piura, en la peor catástrofe que se conozca de ambas ciudades.
Las familias que residen en las zonas ribereñas de Piura y Castilla, han visto pasar otros Fenómenos “El Niño” y sin duda los impactos no se pueden contar y menos comparar con lo sucedido este fatídico 27 de marzo. Calles llenas de agua y población protegida en sus segundos pisos, han visto pasar la enorme masa de agua del río que en la mayor parte del año, solo transporta el caudal ecológico.
Por el lado de Castilla, la inundación abrió paso en la Universidad Nacional de Piura y avanzó hasta el mismo rectorado. No existía barraje ni muro de contención alguno que lo limite. Las aguas siguieron su curso y las calles se convirtieron en quebradas de mayor o menor profundidad.
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Frente a la Universidad de Piura, la urbanización Los Cocos del Chipe, se puso a prueba después de su construcción. Una zona residencial que se construyó después de 1983 y que no tuvo en cuenta ninguna previsión, sucumbió ante la fuerza de las aguas y el nivel del río Piura abrió su paso ganando a las calles y a las viviendas. En algunos casos, se copó todo el primer piso y los bienes muebles, es muy probable que quedaron inutilizados.
Luego, el cuarto puente o Andrés Avelino Cáceres, fue ganado por la densidad del agua y los más de 3000 m3/seg para ser superado por en su plataforma por el enorme caudal. Esto llevó de inmediato a dispersarse las aguas, tanto para el lado de Castilla como de Piura. El rio con gran furia inundaba en su totalidad la tienda comercial conocida como Open Plaza, sepultando bienes e incluso vehículos, convirtiendo en una gran piscina el centro de mayor atracción de los consumidores piuranos.
Primera cuadra de la avenida Grau de Piura inundada
Por el lado del gobierno regional de Piura, las aguas se salieron por el puente y por una compuerta cercana y las aguas discurrieron siguiendo la gravedad. Nadie imaginó o previno que esto podía suceder y solo se limitaron a poner sacos de arena para amenguar de manera insuficiente la fuerza de las aguas del río Piura.
El Hospital Regional de Piura, principal centro de salud de esta región, se vio inundado y su personal quedó protegido en los pisos del mismo. La cochera y otras zonas de servicio sucumbieron a las aguas y dejaron afectado este nosocomio. Después las aguas se fueron hacia el sector este siguiendo la ruta de la urbanización Miraflores.
La avenida Irazola, se llenó de las aguas del río Piura y perjudicó a las viviendas cercanas. Lo mismo sucedió en el colegio Salesiano de Castilla, el cual quedó inutilizado por este fenómeno increíble y que abrió el interés del mundo entero, por la catástrofe sufrida.
Familias de Castilla evacúan viviendas por inundación
En la calle Lima, antes de la avenida Sánchez Cerro, las aguas fluyeron por una compuerta, llenaron de agua la vía y esta se expandió hasta las calles cercanas. Hubo rebose y además fuga por las compuertas sin mantenimiento. Las familias cercanas, narraron que nunca antes sufrieron esta desgracia, ahora miran desde sus ventanas o segundo piso la masa de agua que cruza el río y al otro lado, sus viviendas totalmente inundadas.
La peor situación se dio en el malecón Eguiguren, el cual tiene una compuerta para desaguar y muros de contención para evitar que el río se desborde. En oportunidades anteriores, el flujo del agua era contenido con sacos de arena y solo ingresaba un poco de agua por percolación. En esta oportunidad el agua rebasó el nivel del río, y cubrió la calle para expandirse por las calles cercanas como la Lima, Arequipa, cubriendo las viviendas en el primer piso en algunos casos y a la mitad en otros.
El panorama simplemente era desolador, convirtió en una sola masa de agua la Piura del cercado desde el malecón Eguiguren hasta la Loreto en algunos casos, y hasta la Apurímac donde se ubica la casa del Arzobispo de Piura y Tumbes. La enorme masa de agua era homogénea y en algunos casos superaba los dos metros de altura, quedando bajo ellas la Plaza Tres Culturas.
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Estas aguas llegaron hasta la calle Arequipa, dejando pérdidas en viviendas y en comercios. El Banco de Crédito del Perú, se encontraba inundado y su bóveda subsumiendo el agua de la superficie, la catedral inundada y la Plaza de Armas copada hasta el asiento del busto de la Libertad que existe en su centro. La municipalidad de Piura estaba inundaba y una cochera adjunta estaba totalmente llena. Era el signo patente de las pérdidas y de la desazón.
Los dueños o propietarios del Hotel Los Portales y el Banco del Comercio solo atinaban a poner sacos de arena, pero no pudieron limitar que las aguas ingresen a su interior. El banco de la Nación, había sido abandonado y la Caja Municipal de Piura había sucumbido a la ferocidad de las aguas. El Banco Continental inundado y otras tiendas comerciales que subieron con ejemplar dedicación como el Chalán, estaban con las aguas en la mayor parte de su establecimiento.
Lo cierto que no existía inmueble algunos en esa Piura ribereña que haya estado exenta de la ferocidad de las aguas. Estas ingresaron por rebose, por las losas deterioradas y jamás repuestas y por las compuertas sin mantenimiento. Se buscarán después culpables y razones para explicar esta desgracia e igual se hablará de reconstrucción.
En Castilla cercado sucedió lo mismo, las aguas discurrieron como siempre por la avenida Tacna y Ramón Castilla y fueron avanzando por toda la zona. El mercado modelo, el parque del distrito, la calle Arequipa, Cuzco y Paita. Todas ellas quedaron entre las aguas. La peor situación se vivió en la Tacna donde era imposible avanzar entre las aguas.
Castilla- Piura, quedó totalmente inundada
Catacaos y el Bajo Piura
El río sigue causando damnificados con la masa de agua que transporta, la misma que se irá hacia el desierto de Sechura, en su paso encontrará poblaciones como Catacaos y Pedregal, Cura Mori y otras, cuya población comprobará que este río apacible en los momentos de estiaje, se convierte en un duro victimario sobre todo de la pobreza.
Para la reflexión
Lo que si quedará imborrable en la memoria de los piuranos es esta tragedia vivida en Piura, Castilla, el Bajo Piura. La naturaleza ha develado las carencias técnicas y profesionales de las autoridades de ahora y de ayer, y también la falta de racionalidad de la población. Esta es una lección que podría repetirse en los siguientes días, pero ya se sabe que por el momento, no existe nada ni nadie que pueda detener la furia de la naturaleza, cuando más de 3000 m3/seg pasan por su cauce y este no está preparado para soportarlo.