ERP. (Por. Rossana Vera Jiménez). Nuestro país está de luto. A la fecha el Covid-19 ha cobrado 5 víctimas y la falta de humanidad de un ciudadano ha cobrado una más, la vida de un personal del Ejército, encargado del control y cumplimiento de las disposiciones del Ejecutivo.
Resulta increíble que una persona pueda ser tan egoísta para no acatar una disposición y agredir salvajemente a otra persona y atropellarla, y es todavía más inconcebible que quien ocasionó la muerte, también sea un servidor público.
Quienes prestamos servicios al Estado, conocemos las normas de ética de la función pública y las obligaciones que debemos cumplir, pero en esta situación todo lo que hemos aprendido en nuestros hogares de solidaridad, humanidad y empatía debe ser aplicado en su totalidad.
Hay gente muriendo y pese a ello, hay personas que se consideran seres superiores e inmortales, desobedecen y agreden al personal obligado a cuidarnos, quienes probablemente deseen estar en sus hogares pero que no pueden hacerlo por un fin mayor y en especial por su vocación de servicio.
La afrenta que cobró la vida del joven debe ser sancionada con todo el peso de la ley; debemos acostumbrarnos a cumplir con las leyes y todas las normas de nuestro ordenamiento jurídico. En esta acción hay conocimiento y voluntad, ya que al acelerar e intentar escapar puede ocasionar la muerte del agredido; en este caso se trata de un connacional que se encuentra en esa posición por obligación y por vocación. Este hecho puede ser catalogado y tipificado como un homicidio doloso (conocimiento y voluntad del resultado) y por tanto recibir una pena más severa, y no como un homicidio culposo (no haber querido el resultado de muerte, pero haber actuado con impericia, imprudencia y negligencia).
La actual situación de emergencia debe mostrar nuestros valores como sociedad; recordemos lo que vivimos con el Niño Costero y las muestras de solidaridad y empatía que demostró toda la ciudadanía. Hagamos lo correcto y repudiemos todos los actos de incumplimiento de deberes, tal como éste que ha cobrado la vida de una personal valerosa en acción. Recuperemos el civismo que nuestro país necesita, pues esta lucha es de todos y la ganamos sólo con nuestra actitud responsable.