Falta de autoridad en Talara hace que el atropello al transeúnte vaya en aumento

Talara
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Pariñas/Talara (ERP). Realidades y cuestión de autoridad para poner orden. Las calles de Talara se vuelven cada día menos amigables para el peatón. A los huecos en las pistas, veredas destruidas y temerarios conductores, se suma también el atropello que cometen los propietarios de viviendas y tiendas comerciales al invadir las veredas y obstaculizar el paso de las personas.

La situación que denuncian los vecinos de varios sectores de Talara, donde algunos residentes usan las veredas para estacionar sus vehículos, construir veredas para acceder al segundo piso de las viviendas o ampliar su local comercial de diversión los fines de semana, como lo hace desde hace años un vecino del actual alcalde, son problemas generalizados en esta ciudad.

“Esta es una verdadera falta de respeto al ciudadano, pero lamentablemente este problema -desde hace mucho tiempo- solo es visto como un hecho cotidiano que no llama la atención y menos obliga a las autoridades a tomar medidas”, señala el talareño José Chavesta Campos.

Otra situación de atropello al peatón, sostienen otros vecinos, es la invasión de veredas por parte de los comerciantes ambulantes, hay comerciantes “formales” que incluso sacan sus productos y los exponen en la parte exterior de su negocio, ocupando la vereda que deben estar libres para el tránsito de los transeúntes.

“Y es que lo cierto es que en el centro de la ciudad y zonas comerciales, muchos transeúntes se ven obligados a bajarse de las veredas y caminar en la pista, porque su desplazamiento se ve interrumpido por algún irresponsable vecino”, acotan.

Agregan que el comercio ambulante es otro caso de maltrato al peatón. Esta situación se ve cada día en las principales avenidas del centro de Talara y algunas calles adyacentes a los mercados de la ciudad, donde los vendedores se instalan con sus productos y reducen el espacio destinado al tránsito de las personas.

“Si bien es cierto el derecho al trabajo es universal, esto no da patente de corso para que se vulnere el derecho al libre tránsito que tiene la mayoría de la población. Ante esta situación los gobiernos municipales deben imponer el orden y tratar de buscar alternativas de solución a este problema que es consecuencia del desempleo”, comenta nuevamente Chavesta Campos.

Finalmente, muchos vecinos talareños lamentan que el problema va en aumento, pero poco parece importar que la ciudad de Talara sea cada día menos amigable para propios y visitantes.

 

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