ERP. ¡Basta señor gobernador! ¡Basta señor alcalde! Piura no les pertenece ni histórica, ni cultural, ni identitariamente para hacer con ella lo que les viene en gana. Ustedes no conocen los procesos históricos ni los vínculos afectivos de esta urbe, por una sencilla e indiscutible razón, ustedes no nacieron ni crecieron en la ciudad de Piura, donde todos nos conocemos como una gran parentela. Ustedes no tienen raigambre que los ate a las entrañas de esta tierra, ni mucho menos, amor auténtico por este espacio.
Por: Ricardo Parra
Su visión de estadistas y de reformadores urbanísticos, mueve al espanto porque no guarda relación con la estética menos con el orden. Por el contrario, se presta a dos cosas: al ridículo y a la suspicacia. Han confundido sus efímeros cargos con el vil capricho de rehacer una ciudad a como dé lugar, destruyéndola y pretendiendo ver en ella su botín electoral y su caja personal.
¡Basta ya! Nos cansamos de su insania, de su malevolencia, de su falta de profesionalismo, de sus megalomanías, de sus delirios de reyezuelos. Ustedes han cruzado una línea de respeto que los acerca al nivel de malhechores y los aleja de sus funciones de servidores públicos en beneficio de su comunidad. Ustedes, al igual que sus antecesores, han decidido ponerse del lado incorrecto de la historia y eso jamás se olvidará, así compren prensa mercenaria que los adule con fuegos artificiales y les infle una imagen falaz desde sus plataformas digitales; aquí lo cierto, es que la verdad tiene una honestidad brutal y ustedes no gozan de la simpatía de la ciudadanía piurana. Se han ganado el rechazo tanto de los piuranos que viven dentro y fuera de nuestra amada tierra.
A Piura no se la ultraja, ni se le miente, ni se le degrada a la condición de pueblo salvaje y menos se le carajea haciendo la parodia de caudillo popular. A Piura se la respeta en sus derechos más elementales, no se le interviene con obras mal hechas que nacen con expedientes defectuosos que no contemplan la seguridad de las viviendas, que desconocen las condiciones naturales de los suelos, que contemplan la tala de árboles en importantes espacios ecológicos, que rompen la armonía, el acceso al libre tránsito, asfixiando la economía de los comerciantes, cercándolos con maquinaria pesada, levantando polvo que enferma, en especial a los adultos mayores. No puede haber prensa digna que celebre este descalabro con silencio cómplice y cobarde.
Desde la inundación de Piura el 27 de marzo del 2017, Piura sigue descendiendo y arrastrando lodo. La cruel realidad es que a los piuranos se les ha despojado de su derecho a la participación ciudadana y se les ha reducido a meros contribuyentes de arbitrios municipales, es por ello que nunca socializaron la construcción del estanque de tormentas debajo de la Plaza Tres Culturas, que es la madre del cordero de todo este desmadre en el Centro Histórico de Piura.
Señor Gobernador, dígnese en corregir y reformular el expediente de esta obra lo más pronto posible. Estamos a puertas de un período lluvioso y Piura, en estas condiciones, no resistirá una destrucción más, ni el colapso de sus viviendas. Escuche la voz de los profesionales que lo vienen exhortando imperiosamente y quizá pueda que recupere algunas cifras en su ínfima aprobación y se evite el clamor que escuchará en las calles con más estruendo.
