ERP. La mayoría de los ciudadanos venezolanos que ingresan a nuestro país tienen como destino la ciudad de Lima, donde miles están residiendo, sin embargo muchos de ellos optan por buscar mejores oportunidades en provincias del interior del país, como Tumbes, Piura, Chiclayo o Trujillo.
Durante un recorrido hecho por este medio por diferentes calles de la provincia de Tumbes, se pudo divisar gran cantidad de venezolanos que expenden sus productos, en su mayoría golosinas y alimentos, en las principales plazas y avenidas de esta ciudad.
Son casi las nueve de la noche y llanto de un recién nacido se confunde con dejo venezolano de madre, que ofrece caramelos al paso en la transitada avenida Panamericana Norte en Tumbes, la primera ciudad peruana que pisan los miles de migrantes que han ingresado al país.
Ella tiene 39 años y es natural de Maracaibo. Nos pide que no coloquemos su nombre. “Podemos conversar pero no pongas mi nombre por favor”, nos dice al comienzo de la entrevista, mientras intenta callar el llanto de su pequeña Daniela, que con sólo tres meses de nacida ya conoce la dureza de las calles.
Tiene un mes en nuestro país, donde llegó junto a su esposo y sus dos hijos. “Mi esposo trabaja como chofer en un colectivo. Yo lo apoyo y salgo a vender caramelos desde las cinco de la tarde hasta las diez de la noche junto a mis dos hijos”, comenta mientras Juan Diego, de nueve años, introduce sus brazos en la polera roja que lleva puesta, para ‘sacarle la vuelta’ a la fría noche.
Señala que, a pesar de las adversidades está contenta de vivir en Perú, aunque echa de menos a su madre y hermanos, que se quedaron en Venezuela, y a los que hasta ahora no les ha podido enviar algo de dinero.
“Cuando logro juntar he tratado de enviarles, pero con nuestros gastos, el pago del alquiler, además de los pañales y la leche de mi niña se nos va el dinero. Ojalá podamos enviarles ayuda pronto porque la cosa allá está muy fea. Todos quieren salir, incluso hace un momento han pasado varios hermanos venezolanos que se vienen como mochileros, estaban tan hambrientos que les ofrecí la leche que dejó mi niña para que puedan tener algo en el estómago”, afirma.
Al poco rato llega su esposo Daniel a bordo de un auto Tico color plomo, el cual alquila para hacer colectivo. Se estaciona cerca del lugar. Tenemos que cortar la charla. Ella sube presurosa con Daniela –que continúa llorando- y Juan Diego, pidiéndonos nuevamente que no coloquemos su nombre en esta nota.
Adultos mayores.
Entre los migrantes también pudimos encontrar adultos mayores, como doña Carla Rodríguez de 67 años, quien lleva siete días viajando desde su natal Zulia, desde donde salió junto a su hija y sus nietos. “Tengo las piernas hinchadas por el viaje, y aún tenemos que llegar a Lima donde me espera una de mis hijas. Yo vengo dispuesta a trabajar en lo que sea, a pesar de mi edad quiero ganarme la vida de manera honesta en el Perú”, señala mientras espera el turno para vacunarse en un módulo del Ministerio de Salud instalado en el Cebaf que vacuna a los migrantes contra la difteria, el tétanos y la influenza.
Cabe mencionar que a partir de las cero horas del sábado, el gobierno peruano viene exigiendo pasaporte a los migrantes venezolanos, muchos de los cuales también están optando por solicitar ante el Ministerio de Relaciones Exteriores, se les conceda la condición de refugiados.
Según se informó, los migrantes presentan su solicitud ante esta entidad estatal y tras ello pueden transitar libremente por el territorio nacional hasta el momento en que son notificados si se acepta o no su pedido de refugio.
Autoridades en alerta
De igual forma, el Ministerio del Interior dispuso que el personal de los Puestos de Vigilancia Fronterizos (PVF) de la región Tumbes se mantengan en alerta ante el posible ingreso de venezolanos que no cumplan con tener su documentación en regla y que muchas veces son captados por bandas integradas por peruanos y ecuatorianos que, a cambio de cien dólares intentan ingresarlos al país burlando los controles policiales.
“Se recomienda que eviten esas rutas, el patrullaje va a ser constante y de detectar a ciudadanos venezolanos que pretendan ingresar de manera irregular al país se les va a intervenir y poner a disposición de Seguridad del Estado y posteriormente a Migraciones”, comentó la suboficial Grecia Rodríguez Oré, encargada del PVF de Aguas Verdes.
En tanto, el Fiscal de Prevención del Delito de Tumbes, Félix Quinde Feijoo, realizó una visita al Cebaf a fin de constatar que las diferentes dependencias cumplan con garantizar el respeto a los derechos de los migrantes, y su ingreso al Perú se realice de manera correcta.
Quinde informó que el Ministerio Público en coordinación con la Policía Nacional, rescató a 18 jóvenes venezolanas de un bar en la provincia de Contralmirante Villar donde eran víctima del presunto delito de Trata de Personas. Las mujeres fueron puestas a buen recaudo y vienen recibiendo apoyo de parte de la Unidad de Apoyo a Víctimas y Testigos (Udavit) del Ministerio Público.